Entrevista Extraña (VI): EmiGlio Chiripitifláutico

En un principio, nos propusimos no echar mano de los amiguetes para las Entrevistas Extrañas. En esta sección hemos tenido la presencia de grandes músicos, conquistadores galácticos y futbolistas de prestigio. Mientras seguimos con las negociaciones para alguna coseja especial, pues hemos tenido que interrumpir la partida de Lineage de nuestro protagonista.

CE: ¿Interrumpimos algo importante?
EG: Pues sí, ahora mismo estaba subiéndole niveles a mi mago para poder derrotar a un dragón y conseguir el tesoro que guarda en su cueva. Me van a ayudar una elfa exploradora (que es un chaval de 13 años de Singapur) y un genomo bandurriero (que es una alemana de 50 años). Le estaba lanzando un hechizo para subirle la defensa a los dos: ¡Duch! ¡Splash!
CE: Vemos que estás volcado en tus exámenes
EG: Cierto, yo estoy siempre en lo más importante.
CE: ¿Cómo puede un tipo de 2 metros dejarse el pelo como uno de los Beatles?
EG: No. Incierto. Yo no me estoy dejando el pelo como nadie, vuestro "redactor" Miguel tiene unas pelarzas que ya da penilla.
CE: Cuando tengamos dinero para mandarlo a la peluquería (después de recaudar lo suficiente como para mandar a Escofil al concierto de Metallica a Bilbao), no dudes que es uno de nuestros proyectos.
EG: Hacéis lo que debéis. El único que merece la pena del blog es Sánchez, pero parece que le ha picado un tabanillo porque escribe poco.
CE: Es un hombre ocupado.
EG: No creo que caracterizarlo de hombre ocupado sea muy recomendable, para haber desempeñado el papel de un pastor con un Charmander que luchaba con dos espadas
CE: ¿Tienes ciertas dificultades para diferenciar la ficción de la realidad?
EG: Unas pocas. Decirle...
CE: ¿Qué te pasa? ¿Te has olvidado de lo que ibas a decir ahora mismo?
EG: No. Incierto. Es que es verdad. Estaba recordando que no recibí experiencia una vez que salvé a una hormiga de ser pisada por mi caballo Milojas.
CE: ¿Puedes volver a la realidad, por favor? Supongo que a los lectores les interesará saber la razón por la cual te llaman "El Niño de las Onomatopeyas"
EG: Es muy sencillo, soy capaz de acompañar de una onomatopeya cualquier acción de la vida diaria. ¡Duch!
CE: Te las sabes todas.
EG: Cierto. Me sé todas, incluso las difíciles como "Grflññ" y "¡Druch!"
CE: Sería una estrategia de marketing interesante: EmiGlio, el quinto Beatle, saca un disco de onomatopeyas.
EG: Decirte que no le veo mucho futuro.
CE: Sí, sí. Un niño de 2 metros con un chaleco anti-balas y anti-todo triunfaría segurísimo.
EG: No. Incierto. Ahora no tiene nada que ver lo del chaleco anti-todo. Me parece que eso ya deberíamos olvidarlo.
CE: ¿Igual que las etapas en las que no jugabas al Lineage y te dedicabas a hacer bombas con botellas de plástico y bolitas de papel de platilla?
EG: Os habéis propuesto sacar todos mis trapos sucios a la luz y hasta que no se os gaste el tiempo de la entrevista no vais a parar. Menudos flipaos que estáis hechos. La próxima vez le digo al genomo que venga y os conteste él, que yo he parado una partida muy importante para hacer aquí el ganso.
CE: Hablando de gansos...
EG: No, aún no he publicado mi libro "Los gansos y yo: El contraste entre dos culturas".
CE: ¿Para cuándo lo tienes pensado acabar?
EG: Cuando pueda. Estoy muy ocupado, y más ahora que me voy a apuntar al gimnasio para ponerme fuerte y robusto.
CE: No hagas insesateces, que te van a echar a ti y a toda la panda de locos que os vais a juntar ahí.
EG: Por una vez te voy a dar la razón, van a tener que abrir un manicomio al lado para encerrar a todos los malotes que van a danzar por el gimnasio. Os va a picar el tabanillo.
CE: Vamos a cerrar que esta puede ser la entrevista más incomprensible de la historia del blog.
EG: Es normal, porque no hacéis las cosas como debéis. No os aprendisteis la filosofía "del capitolio al folio" y aún estáis en los cuernos de la Luna. Vaya un trío de pavisosos... Y encima unos vendidos.
CE: Anda, vete a jugar al Lineage y deja de faltarnos el respeto.
EG: ¡Duch!