Reseña: Los Exiliados #15

Título en España: Los Exiliados #15: Gira Mundial
Título en EEUU: Exiles nº72 & Exiles nº73 & Exiles nº74 & Exiles nº75 & Exiles nº76 & Exiles nº77 & Exiles nº78
Formato: Tomo, tapa rústica, 176 páginas, color.
Precio: 10.25 €
Editorial: Panini Cómics

Reseña:

Con este tomo se alcanza, de una vez por todas, aquella historia en la que se producía el cruce entre la serie regular de "Los Exiliados" con el evento Marvel que tocaba en aquel año, Dinastía de M. Muchas cosas se explicaron en el volumen anterior (el décimo cuarto), y ese final abierto en el que quedaba en suspense qué es lo que ocurriría a partir de ahora con Mímico poseído por Proteus, por fin vemos en qué se resuelve en los primeros capítulos de este número.

El contenido de este tomo supone un total de siete números USA de la colección "Exiles". En mi opinión, ya me pareció un error el sacar un tomo completamente fuera de la continuidad de la serie cuando Panini sacó a la venta el especial de con el cruce con Dinastía de M, pero ahora me parece más aún que se mantenga la numeración original no respetando el que haya, entre el 14 y el 15, una historia sin numerar. Más aún teniendo en cuenta que ese tomo contiene también números USA de la serie regular y no especiales como sí se ha hecho, por ejemplo, en la línea mutante cuando ha llegado el momento de mostrar un cruce con algún evento que atañe a un gran número de héroes del Universo Marvel (una miniserie a parte y dejar que el resto de series sigan con su curso). Sin embargo, no es el único cambio que se aprecia a simple vista, pues llama poderosamente la atención que el material elegido para las tapas y las páginas interiores ha sufrido una notable mejoría, lo cual es un punto a favor para la editorial de origen italiano.

En cuanto a la historia, después de las aventuras anteriores, las filas de los Exiliados se encuentran bastanter mermadas. Heather Hudson no puede acceder a sus poderes de Sasquatch y se emplea en dirigir al grupo desde el "Palacio de Cristal" junto al resto de "bichos" que antes eran conocidos como los brokers temporales, y Mímico, como he comentado antes, está poseído por Proteus y ha escapado a otra realidad. Así pues, después de que Pico se quedara con su familia en la Tierra original del Universo Marvel, sólo Destello, Dientes de Sable y Morfo están en disposición de tratar de evitar que Proteus acabe de consumir el cuerpo de Mímico y Calvin muera como la mayoría de los "cascarones" que posee el poderoso mutante. De este modo, estamos ante un importante punto de inflexión para el grupo, pues a lo largo de todo este tomo (con tres arcos argumentales completos), veremos cómo se actualizan los miembros del equipo. Algo que Tony Bedard ya venía barruntando desde que matara a Fuego Solar y Namora y le quitara sus poderes a la doctora Hudson.

El primer destino de los Exiliados será la Tierra del Nuevo Universo que creara Jim Shooter allá por la década de los ochenta, cuando estaba al mando de La Casa de las Ideas. Allí se ha ido Proteus para intentar controlar a Star Brand, el superhéroe que supone el máximo exponente de esta realidad. Tony Bedard nos muestra el Nuevo Universo como si estuviéramos aún en la segunda mitad de la década en la que fue creado, para sorpresa de los Exiliados cuando llegan ahí. Es un buen guiño para todos los fans de este proyecto que se quedó en agua de borrajas, con muchos buenos detalles que bien son aprovechados por Bedard para revisitar esta realidad que ha permanecido muchos años olvidada hasta que Warren Ellis y Salvador Larroca hayan decidido dar su propia visión. Pero, lo más importante es que esta realidad servirá de escenario para un nuevo enfrentamiento entre Exiliados -ayudados por los nuevos amigos que han hecho en esta Tierra- y Proteus, con la necesidad de echar mano de un aliado imprevisto enviado por la propia Heather para ayudar en la lucha y, de paso, unirse al grupo.

De la Tierra del Nuevo Universo pasamos a la Tierra del "futuro oficial de Marvel", la que nos muestra cómo sería el Universo Marvel en el año 2099, con versiones de héroes como Hulk o Spiderman. Precisamente, éste último será el primero en relacionarse con los Exiliados una vez estos lleguen a su realidad siguiendo la pista de Proteus, el cual ha encontrado un nuevo cuerpo-objetivo para controlar con el poder suficiente como para que no degenere tan rápiamente como para tener que cambiar constantemente de anfitrión. Los Exiliados y Spiderman se enfrentarán a un Proteus que se hace con el control de un edificio y que sufre las consecuencias de haber escogido a Mímico como anfitrión, algo que me parece un recurso fácil por parte de Bedard pero que funciona a la perfección y que cumple su función a las mil maravillas, la de darle un punto débil a Proteus, pues hasta ahora sólo se había preocupado por mostrar cómo, gracias a golpes de suerte, el equipo de héroes fuera de sus realidades habían podido frustrar los planes de su enemigo pero sin llegar a derrotarlo definitivamente. Personalmente, me ha gustado mucho más esta historia que la anterior, con un ritmo más ameno y más consecuente al escenario en el que se están desarrollando los hechos.

El tercer arco argumental nos llevará a la Tierra del Escuadrón Supremo creado por Roy Thomas. Ya vimos al Hiperión de esta realidad enfrentarse a una versión suya maligna en el tomo anterior, pero ahora Pico no acompaña al grupo y se encontrarán con que no sólo los Exiliados tendrán que buscar la forma de vencer a Proteus, sino que también tendrán su rigurosa pelea contra el Escuadrón Supremo (este grupo, siempre que hace acto de presencia, lo hace para medir fuerzas contra el primero que se les ponga por delante). Aquí, cada vez más, se nota cómo los Exiliados, desde que consiguieron tomar el rumbo de sus vidas sin tener que depender de las órdenes del Broker Temporal, han olvidado la máxima de no inmiscuirse en la historia de la realidad en la que encuentran y toman partido cada vez que alguien necesita de su ayuda, a pesar de que ellos estén en mitad de una misión de persecución a Proteus.

En cuanto al dibujo, Bedard se ve acompañado por Paul Pelletier en los tres primeros números USA (correspondientes al primer arco argumental del Nuevo Universo) y por Jim Calafiore en el resto (los otros dos arcos con la realidad del año 2099 y la del Escuadrón Supremo). Ambos han hecho aparición en más de una ocasión por esta colección, por lo que no serán extraños ante la vista de ningún lector, pero tienen netas diferencias. Por ejemplo, a mí me sigue pareciendo mucho mejor dibujante, y más dotado de recursos, Pelletier, con un arte un tanto más realista que el de Calafiore (el cual se esmera siempre en sus típicas "mandíbulas cuadradas" y sus dibujos planos). Bien es cierto que ninguno de los dos es un dibujante de primera línea, pero también que las páginas de Pelletier están cargadas de movimiento y las de Calafiore, a su lado, parece un poco tosco.

En definitiva, un giro tremendo para el rumbo de esta serie regular. Es cierto que venía pidiendo a gritos algo así y que Bedard ha sabido coger el toro por los cuernos dándole a los lectores lo que le pedían sin cambiar demasiado la base sobre la que se cimentó el equipo inicial y a raíz de la cual empezó a andar esta serie regular. El evento general de la "Gira Mundial" le está saliendo bastante bien a Bedard y tengo ganas de ver qué más realidades le da por recordar ahora que parece que se ha puesto verdaderamente nostálgico en recuperar universos de diferentes épocas y ha construído un grupo suficientemente heterogéneo como para disfrutar con las relaciones interpersonales que puedan surgir a partir de ahora. Sin duda alguna, una buena lecutra y una muy buena oportunidad si piensas que es el momento adecuado para probar la serie a las alturas de película a las que estamos.

7,25/10

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