Reseña: Tom Strong #5

Título en España: Tom Strong volumen 5
Título en EEUU: Tom Strong nº 26 &Tom Strong nº 27 &Tom Strong nº 28 &Tom Strong nº 29 & Tom Strong nº 30
Formato: Tomo tapa dura, 136 páginas
Precio: 18,00 €
Editorial: Norma Editorial

Reseña:

Penúltimo tomo de la recopilación en tomos que le ha dedicado Norma Editorial a uno de los cientihéroes creados por Alan Moore en la línea America´s Best Comics. Sin embargo, en este quinto volumen no será Moore quien esté a los guiones de Tom Strong, sino más bien un cuarteto de escritores junto con otros tantos dibujantes que sustituirán al genial autor haciendo lo que ya hemos visto en otros números de la serie, relatando una serie de aventuras breves (más o menos una por capítulo).

El fuego lo abre el equipo creativo formado por Mark Schultz (en el guión) y el dibujante español Pasqual Ferry (que viene en los créditos con otro de sus pseudónimos, "Pascal"), en una historia que bien podría haber sido concebida por el propio Moore, porque tiene factores que bien recuerdan a las andanzas que nos ha contado sobre Tom Strong y su familia el creador de la obra. En una prueba de un prototipo del primer avión con motor que consiguió volar celebrada en el centenario de la primera vez que se consiguió volar en uno de esos, Tom es incapaz de hacerlo despegar, pero también caen del cielo todos los inventos humanos capaces de mantenerse en el aire gracias a un motor. Tom viajará, acompañado por su mujer Dhalua a lo más alto de la atmósfera para intentar solucionar el problema de las comunicaciones mundiales. Lo cierto es que la historia es muy buena y, como ya he comentado, sigue la estela de las historias de Alan Moore, pero no me ha gustado tanto el trabajo de Ferry, del cual recuerdo cómics mucho mejores como el de "Adam Strange". Quizá lo mejor de todo sean los cloristas que cubren, en cierta forma, las carencias de Ferry cuando la acción transcurre entre realidades.

El testigo lo recogen Steve Aylett (escritor británico de novelas cuyo único trabajo en el mundo del cómic ha sido éste) y Shawn McManus (un dibujante que ya ha trabajado con autores de la talla de Alan Moore o Bill Willingham). La historia que nos propone Aylett no podía ser más extraña, e introduce un elemento no poco habitual en las aventuras de Tom Strong, la magia y la unión entre el mundo de los sueños y el real. Aylett presenta a un curioso nuevo personaje, el Rey Cuernaverde, un curioso caballero enamorado de la muchacha que, debido a unos poderes que es incapaz de controlar, está provocando que mucha gente muera debido a que se encuentran atrapados en sus propios sueños (o, más bien, pesadillas) que se han hecho realidad. Y, para una historia como ésta, no podían haber elegido un artista como es McManus más adecuado, ya que es capaz de combinar su versión más cartoon en el mundo de los sueños, con la más realista y más conocida por el resto de los aficionados, consiguiendo un resultado francamente bueno.

En el tercer capítulo encontramos a uno de mis escritores predilectos como es Brian K. Vaughan (el creador de "Y, el último hombre" o "Ex Machina"), y está dibujado por el siempre cumplicor Peter Snejbjerg (al que vimos hace tiempo en "Starman" o en la colección regular de la "JSA"). Vaughan propone un combate entre Tom Strong y sus aliados contra las revividas obras de arte del museo de Millennium City. Pero no ha sido eso lo que más me ha gustado, sino la historia secundaria que da comienzo y final al capítulo, con un Pneuman (el robot-mayordomo de la familia Strong) cuestionándose en sus circuitos cuál sería la mejor forma de servir a su "amo Tom". Una revisión para la inteligencia artificial concebida, en un principio, por le padre de Tom hecha desde el punto de vista de un autor de la talla de Vaughan. Además, tenemos a Snejbjerg, un fantástico dibujante que se ha paseado por diferentes editoriales independientes, a parte de sus trabajos en DC Comics, y que cumple a la perfección en casi todos los géneros del Noveno Arte, especialmente en éste en el que versiona diversas obras de arte clásicas.

El tomo lo cierran en un arco compuesto por dos capítulos (correspondiéndose con dos números USA), Ed Brubaker en el guión y Duncan Fegredo a los lápices. En esta ocasión, Brubaker goza del doble de páginas que sus predecesores, y eso se nota a la hora de crear una historia bien interesante y completamente nueva dentro de las aventuras del bueno de Tom Strong y que se titula "La terrible vida verdadera de Tom Strong". Todo comienza con padre e hija siguiendo la pista de Eldon Morovia (un villano típico aliado de la némesis de Tom, Paul Saveen), el cual pretende hacerse con un nuevo poder dentro de un templo maya, pero Tesla y Tom intenarán impedírselo por todos los medios. Mientras, parece que todo ha sido un sueño por un verdadero Tom Samson que cree que, en sueños, es Tom Strong. Un juego de realidades que le vale a Brubaker para mostrar hasta dónde están dispuestos a llegar los cienti-villanos de este universo de cómics y hasta qué punto tiene fuerza de voluntad Tom Strong para derrotarlos. En los dibujos encontramos a un Duncan Fegredo que tiene que diferenciar bien las páginas que ocurren en el templo maya y los tropicales aledaños y entre la realidad en la que se encuentra Tom Samson. Los contrastes favorecen el arte de Fegredo, que tiene un estilo muy realista que contrasta demasiado con la tónica habitual del tomo y que hace que se me antoje un tanto incómodo el encontrar tanta diversidad de estilos terminando precisamente en este tan realista.

En definitiva, que se nota muchísimo que Alan Moore ya no se encuentra a los guiones de la serie y que cada equipo pretende refljar su versión de Tom Strong en el papel a su manera, logrando dispares resultados. En general, es una lectura bastante agradable y amena, pero se echa de menos las veces en las cuales Moore combinaba esa comstumbre con la de ofrecernos una aventura de mayor extensión por cada tomo recopilatorio. Sin lugar a dudas, de los cinco que me he leído, este es el más flojo de todos.

7/10

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