Título en EEUU: Aquaman: Sword of Atlantis
Formato: Tomo, tapa rústica, 240 páginas
Precio: 14.95€
Editorial: Planeta DeAgostini
Reseña:
Recopilación, en un único tomo, de los 10 primeros números de la serie regular de Aquaman que transcurren conjuntamente con el evento Un año después, el cual cumple la finalidad de mostrar la situación actual del Univeros DC tras Crisis Infinta. Kurt Busiek fue el encargado de adaptar al héroe acuático al nuevo mundo DC con unas cuantas novedades que sorprenden nada más comenzar la lectura.
Lo que más llama la atención justo al principio es comprobar las reacciones de los personajes del mundo submarino en el que se desarrollan la mayoría de las historias de Aquaman ante la presencia de éste. También, y a pesar de que él afirma ser Arthur Curry, su comportamiento no es el habitual. En un principio, achaqué estas situaciones a que Aquaman no es un personaje muy bien tratado editorialmente en nuestro país. Nunca ha gozado del protagonismo que sí han obtenido otros compañeros suyos de la Liga de la Justicia, Flash o Green Lantern, e incluso Green Arrow. En realidad, Aquaman es un completo desconocido para cualquier lector de cómic que no sea un verdadero fan de DC y esté al corriente de todo lo que rodea a este superhéroe. Pero lo cierto es que Busiek no se tomaba la libertad de hacer de un archiconocido monarca (bajo el nivel del mar, obviamente) un extraño en su escenario habitual... Pronto descubrimos que no es Orin el nuevo Aquaman, sino que es otro hombre con unos poderes similares y un origen muy, muy parecido al del original.
Durante el transcurso de la lectura, no conoceremos sólo las andanzas del nuevo Aquaman, sino que también viviremos las vicisitudes de sus dos compañeros de viaje: el Rey Tiburón y el Morador de las Profundidades. Ambos están envueltos en un interesante misterio que, en gran medida, es resuelto a lo largo de los capítulos y de las aventuras. Aunque, al tratarse de un cómic que recopila números en grapa de una serie regular en EEUU, el final no será cerrado, queda un poco en suspense, por lo que no sabemos qué sucederá después de que hayamos gozado de una muy buena introducción a la nueva situación.
Verdaderamente, no veremos aquí pasearse a ninguna capa negra, ni Aquaman viajará al espacio para encontrarse con alguno de sus aliados superpoderosos. Este volumen guarda cierto paralelismo con algunas de las leyendas artúricas. El Morador de las Profundidades (y sobre todo, en los primeros capítulos), recuerda poderosamente al Mago Merlín, en su papel de instructor de Arthur y en sus dotes mágicas, útiles en alguna de las batallas que podemos leer. Además, el estilo de narración, así como el avance del trío de protagonistas por el mundo es propio de una novela o un cómic de fantasía, un género que no acaba de asentarse en el noveno arte. Aunque, en combinación con el subgénero de la ciencia ficción como son los superhéroes, bien que ha dado un resultado positivo.
En gran medida, le atribuyo el mérito de lograr un resultado satisfactorio al guionista, el ya nombrado Kurt Busiek, a pesar de que no hay que olvidar que los diversos dibujantes de la saga han aportado también su granito de arena, ilustrando unas profundidades acordes con el tono que se nos quería transmitir desde el principo. El mejor de todos, o al menos el que más me ha gustado a mí, es el que obtiene su reconocimiento al aparecer su nombre en la portada junto al del priopo Busiek, Butch Guice, que se hace cargo de los primeros números para luego ir dejando paso a otros artistas como Mike Manley, que bajan un poco el listón con respecto al titular. La narración de Guice es lo mejor, pues su distribución de viñetas es un recurso excepcional cuando tiene que plasmar en el papel unos paisajes acuáticos tan inmensos o una batalla que no se desarrolla sobre suelo firme, sino que los combatientes pueden moverse en las tres dimensiones de forma natural ya que están sumergidos en el elemento líquido (algo que no parecen tener en cuenta muy a menudo sus sustitutos). De todas formas, no es sobresaliente en casi ningún momento, muchas veces las viñetas parecen perfectas y otras hechas de forma apresurada y con ausencia de detalles. El estilo poco limpio y oscuro ensombrece la buena labor de Guice, y es una lástima.
La edición de Planeta es otro de los puntos fuertes. Al recoger en un único volumen tantos números en grapa y ajustar tanto el precio (pocas veces se me antoja barato un tomo tan gordo como éste), demuestra que, después de un tiempo en el que han sacado al mercado algunas chapuzas, tiene intención de volver sobre sus ediciones de mayor calidad. Además, el tomo está cosido, un punto más a favor, porque con lo que pesa, miedo me da pensar que pudiera no estarlo y que las hojas estuvieran al borde de sufrir el conocido "efecto otoñal" de otras editoriales grandes afincadas en nuestro país.
En definitiva, muy recomendable para los seguidores del género fantástico en cómic. No es imprescindible para estar al tanto del nuevo Universo DC tras Crisis Infinita y 52. Los lectores que se inclinen más hacia historias de la índolde habitual de Batman o Superman puede que deban pasar un poco más de este cómic. Es algo diferente al resto.
7,5/10
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