Si por algo nos caracterizamos en los Chicharritos.info, a parte de por nuestro uniforme rojo, la baja forma que impera partido tras partido, así como las masas que movemos en cada encuentro (llegando a colgar el cartel de "no hay billetes" en los dos partidos que se han disputado hast la fecha), es que tenemos contactos con lo más corrupto que pueda haber. Delegator tiene bien enseñado a nuestro Capitán Emiliaco, y ya se encargó, horas antes del partido, de presionar en los despachos para que las ayudas arbitrales cayeran del lado bermellón. Es decir, del nuestro, obviamente.
La estrategia sobre el campo ha sido clave a la hora de encajar el número exacto de goles que nos han dado la clasificación.(Víctor Mutenroshi, el entrerrador, dando una rueda de prensa antes de darse cuenta de que el partido no había acabado, que estábamos en el descanso)
Ya desde el principio tuvimos que sufrir por las bajas: Perfecto sigue en paradero desconocido y se está promoviendo, desde las peñas, el hacer unas camisetas en las cuales se pueda leer la inscripición "Perfe se ha perdido. Ayúdanos a encontrarlo". El segundo portero de los Chicharritos.info suele estar cerca de los lugares en los que hay acumulación de alcohol y nunca antes del mediodía. Paco Baresi, la estrella indiscutible del equipo, el hombre que metió un hat-trick en el anterior partido, tenía una cita en un juego de niños del cual no me acuerdo de su nombre, pero que bien podría ser el "Cocodrilo Sacamuelas" o el "Torneo de La Oca", o un jueguecillo de estos a los que juegan todos aquellos que son torpes con los pies o inútiles a la hora de dar más de cinco pasos seguidos a cierta velocidad. Y lo último que se supo de Alberto Judas es que huía con un coche horrible con un saco de veinte monedas de plata...
Sólo faltaron Bugs Bunny y el Conejo de Pascua para que vuestro ridículo fuera cercano al delito.(Putoamo después de unos cuantos cigarritos de la risa)
Con tanta baja la alineación quedó de la siguiente manera: Sergio PaNtera Morales en la portería; línea de tres en defensa con Alberto Jezú, O Rei Serginho y el que escribe (Miguelón); El Último Mohicano en la banda izquierda; Pedro Gash, el capricho de las nenas, en la bana derecha; e Ismael Agüero en punta. Un siete de garantías que salía con la clara convicción de afianzar la clasificación que bien nos habíamos propuesto asegurar horas más tarde en los despachos impugnando las actas que hicieran o hiciesen falta. De hecho, estoy en disposición de decir que nos la traía floja y pendulona si, con tanta impugnación, hacíamos que se repitiera el torneo completo o que nos dieran campeones sin jugar como si fuéramos la selección nacional de Inglaterra en el futuro Mundial de Sudáfrica allá en 2010.
Ya sé dónde vive el árbitro y qué coche lleva por si le tenemos que rajar las ruedas.(El Capi cuando el resultado era de 10-1)
Lo que nadie se podía esperar es que, los Conejos, insuflados por el espíritu de Señor o Poli Rincón, saldrían al campo somo si cobraran en carne por cada gol que nos metieran. Nosotros, hombres de honor, que no le hemos hecho nunca daño a nadie, no podíamos más que aguantar las embestidas de lo que parecía una manada de búfalos que venían corriendo y nos estrellaban los balones en los postes o los lanzaban fuera. Menos mal que jugaron cegatos perdíos que si llegan a enchufar todos los disparos no salimos de allí vivos después de la invasión de campo. Cierto es que hay que reconocer el mérito de nuestro portero, Sergio PaNtera Morales que parecía, a ratos el Santo y a ratos Zubizarreta (por eso de recoger el balón del fondo de la red), tan a menudo hizo esto último que casi se convertía en un automatismo.
Pedro, guapo, yo te quiero un taco.(Cántico de las aficionadas presentes en la grada)
Sin embargo, en la primera parte se produjo un hecho mítico para la historia del club. Después de gastarnos los cuartos en fichar a una estrella mediática que jugara medianamente bien al fútbol. Después de buscar al chico más guapo de toda la Escuela Superior de Informática. Pedro Gash "Degiorgio", después de una pechá de minutos sin meter un gol en competición oficial, salió corriendo melena al viento cuan Aragorn en El Señor de los Anillos, y metería un gol que haría que, a partir de ese momento las quinceañeras no dejaran de corear su nombre, alabar su técnica y lanzar bragas -usadas- al campo. Una de estas prendas íntimas impactó en el hombro de José Rincón (antes conocido como José Butragueño), el cual tuvo la sensación de que se moría, se le caía el brazo y no le faltó más que hacer testamento, al pobre.
¡¡¡Aaaaaaay qué desgraciao soy Dios míoooooooo!!! ¡¡¡Aaaaaaay cómo me duele que me muerooooo!!! ¡¡¡Que no voy a poder ir a Cálculo mañanaaaaaa!!! ¡¡¡Aaaaaay cómo me dueleeeeee!!! !!¿Por qué a mí Dios mío?!! ¡¡¿Por qué?!!(José Rincón, a gritos, después del incidente)
Ni la repentina aparición de Paco Baresi, que llevó él solo más peligro que todos nosotros juntos a la portería rival, ni el arreón por el que clamaban la afición y el palco de personalidades (presidido por Van Manuel, nuestro veterano -guidiguidín- jugador ya retirado por motivos extradeporitovos) fueron suficientes para evitar la goleada. Nos sentimos malteses, es cierto. Nos han metido la del pulpo (de Rial), también es cierto. ¡¡Pero nos hemos clasificado, que es lo que cuenta!! Más de los que pueden decir los de la comunicación.
Nos vemos en cuartos...
2 comentarios:
Toda la estrategia la basé en la típica táctica de tener un balance de goles superior al equipo contrario, claro que mucha gente no se dió cuenta hasta el final que con contrario me refería a los que no jugaban.
Al final vas a resultar un técnico a la altura de Lotina o alguno de estos.
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