Título en España: Bleach #14: White tower rocks
Título en Japón: Bleach volume 14: White tower rocks
Formato: Manga tapa rústica con sobrecubiertas, B/N, sentido de lectura oriental, 200 páginas
Precio: 7.50€
Editorial: Glénat
Reseña:
Ganju y Hanatarô llegan por fin a la celda de Rukia, pero nada más hacerlo, aparece el hermano de ésta, Byakuya, uno de los capitanes shinigami que impedirá que ambos rescaten a la chica. Ichigo Kurosaki, por su parte, yace malherido y atendido por Yoruichi y deberá hacer un esfuerzo colosal para lograr llegar al lugar en el que Ganju ya ha plantado cara a Byakuya.
Ésta es la situación inicial de este volumen de Bleach. La separación de los personajes en varios grupos nos obliga a estar al tanto de lo que les sucede a unos y otros, pasando la acción a los combates más importantes y relevantes, dejando los flashback para contextualizar y explicar la razón por la cual ciertos personajes se encuentran tal y como los vemos después de muchas páginas sin aparecer. Eso mismo ocurre con Ishida y con Inoue, de los que llevábamos ya varios tomos sin saber y que parece que han logrado pasar desapercibidos hasta ahora, infiltrados entre el resto de shinigami a pesar de tener un completo desconocimiento de divisiones y demás costumbres dentro del Seiritei. La gran ausencia en el tomo es Chad, que ya fuera derrotado y cediera su protagonismo al dúo formado por el quincy y la chica.
Lo más destacado de este nuevo libro es el reencuentro que tiene lugar entre Byakuya e Ichigo. Cuando éste se planta delante del hermano de Rukia y desafía al capitán de la 6ª División. La verdad es que Tite Kubo sabe romper perfectamente con la constante sensación de "falta una explicación a esto" que me envuelve cada vez que cambia la escena hacia otro lugar de la historia dejándonos a la espera de saber si lo que ha ocurrido quedará de tal modo definitivamente o tendrá una futura revisión. Esto ha ocurrido en mayor medida con los poderes y el pasado de la gran mayoría de los personajes, e incluso con la conspiración y los dos bandos que parecen existir entre todas las divisiones de shinigamis. Perto también con algo a lo que se vuelve después de varios números: qué había estado haciendo Yoruichi todo este tiempo. Las grandes revelaciones vendrán por ese lado, sobre todo porque fue ella quién cuidó a Ichigo después de que éste derrotar a Kenpachi en el número anterior.
La parte de la acción y el acostumbrado combate por tomo está esta vez dedidada a Uryû Ishida, que tiene su segundo encuentro con un shinigami. Aunque ahora le toca luchar contra uno verdaderamente poderoso, los motivos que éste le da para liberar todo su poder quincy son más que suficientes para que disfrutemos de los primeros compaeses de lo que luego se me antoja como un increíble enfrentamiento. No hay más que ver el comportamiento que exhibe el rival de Ishida para esperar un sangriento final en el siguiente tomo para este encuentro.
Por último, sólo me gustaría comentar que Bleach, a pesar de ser un gran shonen, y uno de los mejores mangas de extensa duración que se están publicando en nuestro país actualmente, aún tiene aspectos que pulir. El autor parece demasiado apresurado a la hora de dibujar y contar las peleas y muy tranquilo con el desarrollo de la saga. Tal vez esto venga dado porque, ya desde el planteamiento de la primera aventura larga que vivirán Ichigo y compañía, planteó una historia de tal envergadura que ahora parece que se está haciendo demasiado cuesta arriba el mantener la espectación sobre lo sucedido. A pesar de todo, sigo encantado con la lectura de cada uno de los tomos y no puedo más que recomendarlos.
7,5/10
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