11 de diciembre de 2009

Momentos musicales: Me llaman mala persona (de Académica Palanca)

Pedazo de vídeo (un poco viejuno, eso sí) de una de las canciones más famosas del humor español: "Me llaman mala persona" de Académica Palanca. ¡Merece la pena el humor negro!



En la celda de castigo
de la cárcel de un presidio de un penal
estoy cumpliendo condena,
estoy sufriendo una pena,
que es la ausencia de mi libertad.

Yo (¡tú!, ¡él!), un hombre tranquilo
que busca en la vida pa' él y los suyos... -popopopó popopopó- (¡como debe de ser!)
Porque la familia es lo más importante que hay en este mundo... -popopopó- (¡diga usted que sí, caballero!)
Que han demostrado amor de verdad.

Mas, al llegar a casa
tras un largo día de trapicheo... -poropopó poropopó- (¡como debe de ser, joven!)
esa mujer cruel no tenía listo “toavía” el papeo... -popopopó- (¡qué malas son, qué malas son!)
y la tuve que de “de matar”.

Sólo porque la cosí a navajazos
y los niños la miraban desangrarse
y como me daban pena fui también y los maté. (¡mu' bien!)

Me llaman mala persona,
me llaman mala persona,
me llaman mala persona.

Y es que no, no hay derecho, no lo hay, no lo hay,
no hay derecho no lo hay, no lo hay,
no hay derecho, no lo hay, no lo hay.
Ni lo ha habido ni lo habrá.

Pues yo, (¡pues tú!, ¡pues él!)
otro hombre tranquilo
pa' quien la amistad es siempre lo primero... -popopopom- (¡venga, dale!)
Porque los amigos son como un tesoro caído del cielo... -popopopom- (¡qué bonito, qué bonito!)
Y no hay na' que se pueda comparar.

Mas. Un amigo un día mu' de madrugada mu' tempranero, (eso está bien a quien
madruga Dios le apoya),
vino a despertarme, vino a decirme soy un campanillero.
Y lo tuvo que de reventar.

Sólo por haberle introducido un total de veinticinco campanillas
una a una por el culo, para luego destriparle y sacárselas de
nuevo con el ánimo “alevósico” de hacérselas tragar. (¡ahí le duele!)

Me llaman mala persona,
me llaman mala persona,
me llaman mala persona.

Y es que no, no hay derecho no lo hay, no lo hay,
no hay derecho no lo hay, no lo hay,
no hay derecho, no lo hay, no lo hay.
Ni lo ha habido ni lo habrá.

Pues yo (¡pues tú!, ¡pues él!), otro hombre tranquilo
todavía si cabe más que mis compañeros,
encontré entre rejas lo que me “fartaba” fuera del talego.
Y es que odio la “de libertad”.

Más. El "arcaide" un día dijo
que por mi buen comportamiento, (¡comportamiento, comportamiento!)
me daría el indulto
y sería de nuevo libre como "er" viento. ("librecomoerviento",
"'brecomoerviento")
Y lo tuve que de degollar.

Porque de un solo porrazo que le di en mitad la boca
le saqué todos los piños y con un cuidado extremo
recogí todas las piezas, las pegué con pegamento (que
por cierto era muy bueno) y con su propia dentadura
una vez reconstruida le corte la yugular. (¡ay qué dolor!)

Me llaman mala persona,
me llaman mala persona,
me llaman mala persona.

Y es que no, no hay derecho no lo hay, no lo hay,
no hay derecho no lo hay, no lo hay,
no hay derecho, no lo hay, no lo hay.
Ni lo ha habido ni lo habrá.

Y es que no, no hay derecho no lo hay, no lo hay,
no hay derecho no lo hay, no lo hay,
no hay derecho, no lo hay, no lo hay.
Ni lo ha habido ni lo habrá.

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