13 de marzo de 2008

ReseñaTV: Me llamo Earl (2ª temporada)

Creador/Productor: Greg García
Cadena de TV USA: NBC
Productora USA: 20th Century Fox Television
Número de Episodios: 23
Duración: 21 minutos aprox.

Reseña:

He de reconocer que descubrir la serie de Me llamo Earl ha sido uno de mis grandes aciertos en cuanto a series de televisión se refiere. La verdad es que, al principio, guardaba mis dudas, pero tras ver los primeros tres episodios acabé tan enganchado que, en cuanto tuve oportunidad, me lancé a ver la segunda temporada.

Sólo con que tuviera un nivel similar al de la primera temporada, esta segunda temporada sería de mi agrado... pero lo que no esperaba es que fuera incluso mucho mejor que la anterior. Está claro que ya no nos tienen que contar las razones que mueven a Earl a arreglar todos los problemas que tiene apuntados en una lista, pero es raro el episodio en el que no lo hacen, siempre en forma de explicación breve y adaptada al interlocutor que tenga el protagonista delante de él. Al principio se mantenía el esquema habitual de la anterior temporada, Earl decidía tachar una acción concreta de la lista y junto con su hermano Randy buscaba la forma de compensarla. Normalmente encuentra algún obstáculo que tendrá que salvar y que suele tener su razón de ser en todo el tiempo que ha pasado desde que él cometió su fechoría hasta el momento en el que decide compensar al karma por ella.

Pero no es tan fácil. Esta segunda temporada se enreda mucho más en cada capítulo, haciendo que la lista vaya perdiendo protagonismo en detrimento de Earl y toda la banda de secundarios que son habituales en la serie: su hermano Randy, el Hombre Cangrejo o su exmujer. A mitad de temporada, incluso, se le dedica un capítulo de doble duración a Catalina, que es deportada a su país y los hermanos Hickey deciden ir a ayudarla a volver a Estados Unidos (previamente también la habían ayudado a recuperar su anterior trabajo de bailarina de streeptease). Uno de los puntos fuertes de la serie es que cada una de las situaciones en las que se meten los protagonistas no son olvidadas y sólo recordadas para futuros gags, van creando una extensa historia que, al final de esta segunda temporada hace que Earl vea cambiado su estatus de forma radical.


Y si Earl ha ganado en protagonismo, más lo ha hecho su hermano Randy, que puede pasar casi desapercibido (salvo sus habituales golpes, que me han hecho soltar más de una sonora carcajada con sus ocurrencias), pero que es uno de los mejores personajes que podamos ver en escena. Notamos también una increíble mejoría en el papel de Darnell (aquí le atribuyo el mérito a Eddie Steeples, el actor que le da vida), pues sólo ha aumentado un poco sus líneas de guión y sin embargo da un juego tremendo cada vez que Earl debe contar con su ayuda cuando tiene que arreglar alguna de sus malas acciones. En contrapunto, Joy, la exesposa de Earl, aparece y desaparece de la trama debido al embarazo de Jaime Presley (la actriz que la interpreta). La verdad es que el inconveniente de no poder contar con ella para ciertas escenas (sobre todo porque la segunda temporada arranca con ella cometiendo un delito que traerá cola hasta el último minuto del último capítulo) está bien salvado por el equipo de guionistas, dejándola al margen en algunos casos o atenuándola en otros. El resto de personajes, más de lo mismo, con unos pocos más minutos en pantalla para los padres de Earl y Randy.

El paso de los episodios no hace que se pierda la frescura que tenía al principio. En esta segunda temporada podemos ver algunos capítulos disparatados que nos hacen pasar un rato inolvidable, como "Van Hickey" (con el que se resalta aún más la vena rockera que envuelve a Earl) o "G.E.D.", en el que ambos hermanos se intentan sacar el graduado escolar. Es inevitable que también tengamos otros de relleno y que bajen un poco el listón con respecto al resto. No en vano, el tema principal sobre el que se avanza en toda la temporada viene desde el episodio número 1 y nunca deja de lado el de la lista y el karma.

En definitiva, una serie altamente recomendable, repleta de buenos momentos y que no se basta del humor fácil para entrener y divertir.

9/10

Me llamo Earl en Cabronos Extraños:
Los hermanos Hickey coincidieron en Mallrats
Randy es uno de Los 187 de Cabronos Extraños

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