Entrevista Extraña v2.0 (I): Víctor Mutenroshi

¡Han vuelto las Entrevistas Extrañas a Cabronos Extraños! Mucha gente nos preguntaba por la calle qué había sucedido con ellas y, en honor a todos los que nos preguntaron, damos por inaugurada el segundo volumen de Entrevistas Extrañas con el invitado especial Víctor Mutenroshi.

CABRONOS EXTRAÑOS: ¿Qué opina de volver a ser usted el primero en las Entrevistas Extrañas?
VÍCTOR MUTENROSHI: No esperaba menos. Aunque me sacáis tanto en el blog que no sé qué os queda por preguntarme o decir de mí.

CE: Algo se nos ocurrirá. ¿Quiere decirle algo a la gente que ha pedido el regreso de las Entrevistas Extrañas? Sin ellos, usted no estaría hoy aquí.
VR: Sólo que entiendo perfectamente que todas las mujeres estén tan enamoradas de mí porque estoy muy bueno.

CE: Modestia a parte.
VR: Es que los de Toledo somos así. Es normal que empezarais por mí. Para mantener el listón tan alto en futuras entrevistas deberíais contar con Son Goku, el doctor House y Steve Jobs. es una lástima que los dos primeros sean personajes ficticios y al tercero no le hagan falta los cuatro duros que pagáis por entrevista.

CE: ¿Nos piensas cobrar encima?
VR: Es evidente que sí. A ver si le vais a pagar a Miguel el Heavy y a mí no. Nos han jodido mayo con las flores.

CE: No nos subestime, el año pasado logramos entrevistar al Presi Florentino y al príncipe de los saiyanos, Sergio PaNtera Morales. Que eso no es moco de pavo.
VR: Bueno, ya quedamos en que yo era miembro de la aristocracia toledana. Eso, sin duda, hace mucho.

CE: No te creas, que últimamente la aristocracia está muy poco considerada. Mira Marichalar.
VR: Cierto.

CE: Además, que usted se dedica a hacer otras cosas en vez de vivir del cuento.
VR: Claro, que yo tengo que jugar a la Wii en mi casa y restregarme con mi MAC.

CE: ¿Restregarte?
VR: Bueno, es una forma de hablar. Que os lo tomáis todo al pie de la letra.

CE: Es que se te ve el plumero.
VR: Sí, ya os he comentado que muchas mujeres se han enamorado de mí. Pero es que también muchos hombres están enamorados platónicamente de mí.

CE: ¿Por eso Miguel es tan amiguete tuyo?
VR: Bueno... eeeeeeeh... Eso que lo explique él.

CE: Y lo que nadie sabe es que Víctor Mutenroshi es cíclico-anual.
VR: No confundir con cíclico-anal que eso es otra cosa.

CE: Nunca.
VR: Sí bueno. Yo es que necesito ir cumpliendo los mismos patrones regularmente y a lo largo del año ir siguiendo siempre la misma línea de evolución. Así, cuando me hacen una foto en febrero de un año, al año siguiente estoy completamente igual, pero no al mes siguiente. No sé si me explico.

CE: ¿Qué particularidad tiene tu cama que en las grabaciones de los podcast provoca somnolencia en Escofil?
VR: Tengo que decir abiertamente que mi cama no produce somnolencia nada más que a Escofil y que cualquiera que se meta en ella puede comprobarlo.

CE: Cuéntale a la gente lo duro que es editar un podcast, Jorge Hevia.
VR: Puf. Menudo curro tiene eso. Cuando Miguel me engañó para grabar el podcast yo no me podía imaginar que al final acabaría siendo así. Después de almacenar nuestras buenas dos horas de estupideces, tenemos que sentarnos para escucharlas de nuevo (algunas partes incluso varias veces) para que al final quede montado como queremos que se escuche.

CE: ¿Cuándo piensas poner una bombilla en las escaleras de tu piso?
VR: Cuando me la regaléis vosotros, está claro.

CE: Estamos seguros de que Sánchez te la comprará con gusto la próxima vez que vaya por tu casa a grabar el podcast. No es muy seguro subir y bajar a oscuras por unas escaleras que giran 180º (más o menos pi radianes).
VR: Bueno, para mí sí que es fácil. Es que yo llevo siempre conmigo el sexto sentido MACero. Steve Jobs me ilumina el camino y nunca me caeré al suelo.

CE: Pagando, claro.
VR: Steve Jobs es un dios. Pero eso no quita que el hombre tenga alguna forma de pagarse el pan que come todos los días. Aunque suponga vender MACs a cascoporro por el doble de un ordenador normal. Merece la pena gastarse 2.000 € en un ordenador con 64 Megas de RAM.

CE: Al final nos acabará dando pena.
VR: Vosotros fuisteis los que pusisteis una frase del dios Jobs en el blog: "Prefiero ser antes un pirata que alistarme en la Marina de Estados Unidos".

CE: En eso llevas razón. Una de las pocas veces. Además, está comprobado que, podcast que no se graba en tu ordenador chiquitajo no sale bien.
VR: Está claro. Porque los mejores podcast siempre se hacen con el Garage Band. Y no hay más vueltas que darle.

CE: Oiga, y cambiando de tema... ¿Cómo es que le llaman Mutenroshi de apellido si usted es de Toledo?
VR: Es una larga historia pero se puede resumir en que todos llevamos un viejo verde y salidorro en nuestro interior. Lo que pasa es que mi viejo verde está muchísimo más salido que el viejo verde del resto de las personas. De ahí mi apellido.

CE: MuNchiSmo.
VR: ¡¿Por qué todo el mundo dice eso?!

CE: Es una de las futuras palabras que los de la RAE van a incluir en el diccionario. Ya hemos amenazado al de la 'm' y le hemos dicho que, o la mete en el diccionario o vamos a ir para allá y se va a llevar tres meses sin poder sentarse.
VR: Eso está bien.

CE: ¿Ya traga un poco más a Crash?
VR: Ni hablar. Voy a coger un avión y me voy a cargar a todos los bandicoots de Oceanía una tarde de estas cuando no tenga que jugar a la Wii.

CE: Pero ahora Crash se va a hacer amigo de Mario. Ya tiene juegos suyos para las videoconsolas de Nintendo.
VR: Jamás Mario aceptará a un ser tan repulsivo como Crash.

CE: Sonic se convirtió.
VR: Al final el bicho azul ése que intentaba imitar a Espinete puesto de éxtasis hasta el culo supo cambiar el rumbo de su vida y aceptar que la hegemonía de los videojuegos de plataformas pertenece a Super Mario Bros.

CE: ¿Cuánto le pagan los de Nintendo por la publicidad?
VR: Nada, sólo el tenerme siempre abastecido de una videoconsola con la Gran N.

CE: Bueno, vamos a ir terminando la entrevista porque entrar en temas teológicos no es lo que toca ahora.
VR: De acuerdo, pero que sepáis que no me muevo hasta que no me ingreséis los cuartos y las perras que me habéis prometido.