Productor: Greg Daniels
Versión de la Serie: Estadounidense, basada en la original The Office británica
Cadena de TV USA: NBC
Número de Episodios: 6
Duración: 22 minutos aprox.
Reseña:
Después de leer varias críticas muy favorables hacia esta serie de televisión, me dispuse a ver la primera temporada, eran solamente seis episodios y duraban poco más de 20 minutos, por lo que, en ningún momento se podría hacer muy pesado el acabarla.
Cuando comienzas a ver The Office te asalta la duda sobre la calidad técnica que puedan tener los episodio de esta serie. Desde el principio, Michael Scott (el indiscutible protagonista y gerente regional de la empresa, por lo que es la persona con el cargo más alto dentro de la oficina donde se desarrollan cada uno de los episodios), da muestras de su increíble cinismo y autocomplaciencia con cada uno de sus actos. La serie está rodada con un método que sólo había visto usar para hacer algunos episodios de otras series de televisión, pero no para toda una temporada completa (y supongo que en las posteriores se seguirá la costumbre): el falso documental. Es curioso el ver cómo los empleados o el propio Michael se dirigen a la cámara para hacer algunas declaraciones rompiendo con el ritmo de los actos, ofreciendo una explicación a lo que estamos viendo en la pantalla de nuestro televisor. Tampoco hay música de fondo, cuando todos están en silencio, se escucha el crugido de la silla o la carraspera de alguno de los personajes secundarios, pero no introducen ninguna sintonía, lo que enfatiza aún más la sensación de realidad en la que nos encontramos.
Uno de los puntos fuertes es, sin duda, Steve Carell, el actor y cómico que da vida a Michael Scott. Sus grandes dotes son más que suficientes como para aguantar el peso de la serie sobre sus hombros. Estaba claro que, debido al planteamiento inicial de la serie, algunos personajes iban a ganar en protagonismo a otros, pero el gerente logra alzarse con la indiscutible distinción de protagonista y se transforma, de esta manera, en el motor de cada uno de los capítulos. Además, no tiene unas características demasiado exageradas, tanto los tópicos de "jefe" que todo el mundo conoce, como los atributos particulares que Carell le aprota al personaje, hace que no nos rechine en casi ninguna de sus actuaciones. También hay que tener en cuenta que es una serie de humor americana, con todo lo que esto conlleva.
Quizá la segunda línea argumentativa por la que nos movemos, al margen de la historia principal en cada uno de los capítulos, sea la relación entre Jim y Pam. Era de esperar que, tratándose de una oficina en la que las personas trabajan juntas durante varias horas, y de una serie que cumple las normas de un documental, debía haber algún amago de romance entre dos de los personajes. Él es un vendedor que está enamorado de ella, la recepcionista. Pero ella tiene novio (uno de los que trabajan en el almacén). Él está interpretado por John Krasinski, es particularmente soso y solamente la presencia de ella -Jenna Fischer en la realidad- le hace despertar de su letargo. Hasta el tercer o cuarto episodio la sensación de que Jim es un personaje plano me asaltaba cada vez que lo veía en pantalla, pero sus piques con otro de los secundarios de la serie, el asistente del gerente, Dwight, hacen que gane en carisma poco a poco. Sobre todo porque Dwight tiene todo lo malo de Michael pero, además, es muco más inútil que él y se ve obligado a recurrir al papel de pelota para intentar ascender en la empresa.
Cada capítulo representa un día en la vida de los oficinistas que componen la plantilla bajo el mando de Michael Scott. El humor que se gasta aquí es bastante ácido e intenta imitar e ironizar acerca de la realidad dentro de cualquier oficina. Es imposible destacar un episodio sobre otro pues la genialidad sobre cada uno de ellos hace que sean únicos. Además, son solamente 6, así que es imposible que haya alguno de relleno, todos van al grano y os puedo garantizar que os hacen pasar un buen rato. Especialmente, a mí me provocó más de una carcajada el del baloncesto, en el que los oficinistas y los cargadores del almacén se juegan a un partido, el trabajo del fin de semana; o el de las alianzas dentro de la empresa, que no deja dudas sobre qué clase de persona es Dwight. A destacar el final de la temporada, que supone un empujoncito a Jim y más ganas aún por continuar viendo las andanzas de Michael Scott y compañía.
En conclusión, no la dejéis de ver, y no os limitéis a juzgarla sólo en el episodio piloto, hay que seguir viendo algunos capítulos más para poder apreciarla de verdad.
9/10
The Office en Cabronos Extraños:
Fue una recomendación en los comentarios extraños
6 comentarios:
Que loco, The Office... Muy buena la reseña....
Gracias Doctor. ¡Ahora estoy con la segunda temporada y es mejor aún!
La segunda es mejor que la primera y la tercera mejor que la segunda. Ninguna de ellas mejor que la inglesa
Salud
fotolog.com/freetanga
Pues he visto la segunda y lo que viene de la tercera y son extraordinarias. Cada cual tiene perfectamente repartido su rol y generalmente los prólogos de los capítulos son lo mejor de los mismos dentro de la brillantez del episodio en general (el del episodio ¨el accidente¨ es de lo más desternillante que he visto en años).
Por ciero, a diferencia de su homóloga inglesa el jefe tiene su corazoncito y a menudo sus factas de tacto suelen ser más por estulticia que por maldad (y eso se ve en episodios como aquel en el que un empleado tiene un grave problema de salud). Sólo reseñar que a punto de ser cancelada fue salvada por las masivas descargas desde itunes, algo que le agradeceré siempre al bueno del Steve Jobs.
y perdón por las ¨factas¨ de ortografía. Estoy practicando el escribir sin ver el teclado.
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