El Departamento de Investigación y el de Marketing se han puesto las pilas para idear una forma mediante la cual les sea más fácil ganar los partidos a este cúmulo de estrellas (porque ya va siendo hora de que ganemos algo, mucho staff pero pocos títulos, ¡más defensa!). Mediante el repaso de la edición en DVD de la serie Campeones, se les ha ocurrido (a ellos solitos no, les hemos tenido que echar una mano desde la Redacción Extraña de Cabronos Extraños) que podríamos hacer una serie de cintas de cachos de tela blanca en la que podríamos poner letras japonesas, chinorris o simplemente inventarnos una letra cualquiera y ponérnosla en la cabeza.
Resulta que están los chavalillos del Furano, un equipo en el que juega un chaval que se llama Phillip Callaghan o algo así parecido. El caso es que el día que lo dibujaron no se dieron cuenta de que era un clon casi idéntico de Tom Baker, el amiguete de Oliver Atom y con el que hacía una dupla de oro que metían más goles que Suker y Mijatovic juntos, por lo que tuvieron que pensar la forma de diferenciarlos a los dos. Porque claro, en un futuro jugarían en el mismo equipo aunque los diez que jugaran fueran delanteros, bueno nueve, porque ahí teníamos siempre al tipo grande y moreno que era como un armario empotrado y que, a pesar de ser japonés, medía dos metros y medio (Oliver le llegaba por la cintura). Así que le plantaron una cinta en la cabeza. Obviamente, al ser el capitán, todos los del equipo, que tenían menos personalidad que los esqueletos que crea el Nigromante en el Diablo II, le siguieron el juego.
¡Nosotros seguiremos esa tradición! ¡Jugaremos con trapos en la cabeza! ¡Ganaremos! ¡O venderemos un montón de cintas en el mercadillo y en el Martes! ¡Para subvencionar las cañas de Perfe!
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