30 de mayo de 2010

Equipo de Ensueño. Medio centro defensivo: Kratos

Una cosa está clara, y es que si queremos hacer un equipo en condiciones, nosotros tenemos que jugar con un medio centro defensivo de los de verdad. Nada de bacalás como Fernando Gago, que ni crea, ni destruye. Lo ideal en un equipo que hemos denominado "de ensueño", es tener músculo de sobra para que me ponga ahí en el centro del campo y no deje pasar a nadie. Esto es, que "si pasa balón, no pasa vecino" y a tomar por saco.

Por eso, para estar en mitad del meollo, el hombre indicado es Kratos.

La verdad es que ríete tú de los dioses griegos del Olimpo, que si Ares, que si Zeus, que si Poseidón, Hades, Hércules, Hermes, Cronos y el otro y el de la moto. Porque Kratos saltará al terreno de juego y se las verá con auténticas bestias pardas que le van a poner las cosas muy difíciles, sobre todo porque aquí no le van a dejar utilizar todo el arsenal de armas que le han ido diseñando a lo largo de tres videojuegos al guerrero espartano. Antes preferiría yo enfrentarme al mismísimo Zeus que jugar un partido contra Gravesen, Albelda, Pablo García o Gattuso. Miedo me daría a mí una leve entrada de cualquiera de estos cuatro y no un Ataque Impactrueno como el que te pueda tirar el Padre de los Dioses.

La función de Kratos en el centro del campo sería clave: la de destruir todo el juego que genere el equipo contrario, y si hay que jugar duro y al límite del reglamento, se juega. ¿Vosotros habéis jugado al God of War? Kratos va corriendo de un lado para otro y el tipo no se cansa de correr, así que cumple con el primer requisito indispensable para jugar de medio centro defensivo, correr durante 95 minutos sin cansarse. Además, Kratos ya viene con la rabia incorporada, así que no habría que esperar a que el público de los estadios lo insultara e insultase, él mismo saldría ya con el "machete entre los dientes" a disputar el balón como el que más.

Luego, tampoco hay que enseñarle mucho, pues la posición de medio centro defensivo es la que menos técnica requiere a los jugadores. Kratos saldría ahí, le haría una entrada criminal a la estrella del equipo contrario en el primer minuto (por ejemplo, a Messi, a Cristiano Ronaldo, a Robben o a quien haga falta), y miraría de forma amenazadora al árbitro a ver si tiene narices a sacarle una tarjeta nada más empezar. A partir de ahí, el medio centro ya ha marcado el terreno, y todo el que se atreva a hacer gambetas y tonterías varias dentro de su zona, que se atenga a las consecuencias, y éstas, buenas, no van a ser, eso os lo aseguro yo. No hay más que imaginarse a este espartano, hartico como está de matar bicharracos gigantescos, darle una patada en el culo a Xavi para que no pueda jugar a lo que él le dé la gana. Un espectáculo.


Pero el espectáculo no sería el recital de patadas, codazos y agarrones propios de un medio centro como Kratos, sino que vendría por los gritos e improperios que soltaría. Hay que tener una cosa en cuenta, Kratos nació en Esparta, y como buen espartano, lo de dar voces y acongojar al contrario se les da de lujo. Otra cosa no, pero las voces...

Cualquiera se mete por medio cuando Kratos decida parar una contra del equipo contrario poniendo en juego la tibia, el peroné, la rótula, el sóleo y los ligamentos lateral, cruzado, anterior, posterior, y el menisco del rival, levantarse y mirar al resto de jugadores que iban esperando el pase del hombrecillo extraño que está tirado en el suelo varios metros alejado de su pierna y gritarles:
"¡ESTO ES ESPTARTA!"
Los Manolos en Cuatro se iban a hinchar a hacerle vídeos leyéndole los labios al bueno de Kratos, y nuestro equipo dominaría el centro del campo. Sí, señor.

No hay comentarios:

Related Posts with Thumbnails