Título en España: Green Lantern Corps #3: El lado oscuro del verde
Título en EEUU: Green Lantern Corps: The Dark Side of Green TPB
Formato: Tomo tapa blanca, 168 páginas
Precio: 12.95€
Editorial: Planeta DeAgostini
Reseña:
El tercer tomo de la colección dedicada al Cuerpo de Green Lanterns que contiene los siete números que continúan con la historia justo donde lo dejó el tomo anterior. Después de que en la segunda entrega me pareciera que bajara un poco el nivel con respecto al primer tomo en el que se recogió la miniserie "Green Lantern Corps: Recarga", pienso que, en esta ocasión, aumenta su calidad y ofrece uno de los mejores cómics DC no guionizados por Geoff Johns en la primera parte del año.
La estructura del tomo está dividida en dos partes bien diferenciadas. En primer lugar, tenemos a Keith Champagne que sustituye, en los tres primeros números USA que contiene el tomo, al escritor regular, Dave Gibbons, el cual vuelve a tomar las riendas de la serie en los cuatro números siguientes. Lo que no varía en todo el volumen, y es algo que hay que agradecer en gran medida al editor estadounidense, es el apartado gráfico, en el cual Patrick Gleason se mantiene como el dibujante titular en la historia. Como digo, es un aspecto loable que el que Gleason siga siendo el encargado de la parte gráfica debido a que se han publicado muchos números de esta serie en nuestro país en poco tiempo y tener que sufrir continuos cambios (como por ejemplo, el del tomo anterior en el que Gibbons hizo doblete con los lápices y el guión), hubiera sido contraproducente a todas luces.
La primera historia, a cargo de Keith Champagne, como ya he comentado anteriormente, recupera a un Guy Gardner recién llegado de sus frustradas vacaciones. En esta ocasión, el Lantern Honorífico tendrá que acompañar a una novata en una misión en la cual deberá entregar un mensaje a un misterioso receptor que se oculta en algún lugar de un planeta aparentemente deshabitado. Como se podía preveer, el encuentro con el nuevo aliado dará lugar a una nueva aventura en la cual, Champagne, aprovecha sus pocos números como guionista para revelarnos la existencia de una división desconocida que actúa a las órdenes directas de los Guardianes y reciben sus misiones directamente desde Oa. Sin embargo, y a pesar de suponer tres números en los cuales un escritor habitual en DC Comics sustituye al guionista regular, sabremos poco más adelante que la línea argumental a seguir ya había sido marcada anteriormente, pues el enemigo al que se tendrán que enfrentar estos Lanterns encubiertos serán parte de una profecía que revelarán los Guardianes y que tendrá muchísimo que ver con la posterior Guerra de los Sinestro Corps.
Tras leer el trabajo de Champagne, Gibbons vuelve a tomar las riendas de la colección y volvemos a su particular forma de narrar las vicisitudes que viven los diversos Green Lantern que hemos ido conociendo a lo largo de los relatos anteriores. Así, la historia deja de centrarse casi por completo en Guy Gardner y volvemos a tener los saltos entre escenas que transcurren paralelas en el tiempo. Y Dave Gibbons no olvida a ninguno de sus personajes a la hora de ir entrelazando tramas. En particular, hay dos parejas en las que me está gustando mucho el trabajo del artista británico: la del sector en el que se encuentrna los planetas Rann y Thanagar (de donde son ambos Lantern), Vath e Isamot; y la que componen Sora Natu y la novata Iolande. Personalmente, creo que el potencial que tienen es considerable y su aportación a la historia va a más.
Lo que hay que reconocerle a Gibbons es que es capaz de sacarle partido a cada número del que se hace cargo. No sólo teje la historia de una forma perfecta, haciendo que todas las líneas avancen a la par, sino que también avanza muchísimo, argumentalmente hablando, introduciéndonos, sin prisa pero sin pausa, más y más en un mundo de Green Lantern que está a punto de ser sacudido por una guerra que cambiará gran parte de las bases establecidas. Como motor, Gibbons vuelve a caer siempre en el personaje con más historia y carisma a su disposición, Guy Gardner. Y como historias principales, un misterioso cambio de actitud en algunos de los componentes del Cuerpo en el que tendrá mucho que ver el planeta viviente y Lantern del sector 2261, Mogo.
Hablando ya del dibujo, insistir en el gran trabajo realizado por Patrick Gleason que sólo tiene que ser asistido por Gibbons en algunas páginas en el cuarto número USA que contiene el tomo. Un dibujante con multitud de recursos narrativos, algo de suma importancia tratándose de un cómic galáctico en el que los personajes principales se pasan buena parte del tiempo volando, con lo que el lenguaje corporal debe ser mucho más cuidado si cabe. Además, me encanta cómo se desenvuelve en las partes en las que la acción exige viñetas plagadas de personajes y objetos fruto de los anillos que portan los héroes y en los que no da la sensación de confusión en ningún momento.
En conclusión, un tomo que me ha encantado y con el que he disfrutado enormamente leyéndolo. No sé si será lo bien marcados que están los pasos a seguir en el camino hacia la Guerra de los Sinestro Corps o que en DC han sabido reunir un equipo creativo realmente solvente y capaz de crear historias verdaderamente entretenidas y plagadas de contenido. Si aún no le has dado la oportunidad a esta colección, deberías hacerlo.
8,5/10
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