Guiarse por una mina es una cosa complicada, lo normal sería que los dos se perdieran, porque el GPS no tiene cobetura ahí...
...¡pero nadie cuenta con el fino oído de la Escudera!
Ahora bien... eso de que esta chiquilla sepa cómo gruñe el Caballero en sus momentos de mayor esfuerzao tan bien me parece que fuerza que le digamos ¡que se le ve el plumero!
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