6 de septiembre de 2009

Las 20 series de dibujos animados que deberías ver si eres lector de Cabronos Extraños [XIV]: Las Tortugas Ninja

Si echamos la vista atrás y pensamos en cuáles han sido los héroes de nuestra infancia, no podrían faltar, nunca, jamás, las Tortugas Ninja. Cuatro tortugas contaminadas por un experimento que las convirtió en humanoides y fueron entrenadas en las artes marciales por un hombre-rata. ¡Seriaca de las buenas!



Según el nombre original, no sólo eran Tortugas Ninja, sino que también eran Mutantes y Adolescentes. Lo primero se explica, pues los bichos medían lo mismo que un adulto, pero abultaban mucho más con eso de tener caparazón e ir siempre con las armas de un lado para otro. Pero lo segundo se nota a la legua que fue puro marketing del creador del cómic original para acercarlas al público joven. ¡Muy buena idea!

Oficialmente, las Tortugas Ninja son cuatro y nada más que cuatro, así que olvidaos de todas esas bacalás y estupideces de que luego se encuentran una hermana-tortuga-chica y todo eso que no hace más que tirar por los suelos la historia original de la serie de televisión que es lo que verdaderamente mola por encima de cualquier otra cosa. Es habitual que los americanos le quieran poner parches a las series para intentar captar más público, pero una cosa es hacerlo con series malas y otra con obras de arte como ésta. Aceptamos como parte del grupo al Maestro Astilla, el cual siempre me he preguntado cómo era posible que no se metiera más a menudoen las peleas, cuando era capaz de derrotar a sus pupilos con relativa facilidad, pero eso de que fuera siempre con el bastón (a pesar de que, las poquillas veces que vimos cómo era en realidad, no fuera un señor tan mayor), daba penilla que se metiera a pelearse con los malos. ¿No os recuerda un poco a House? Qué sé yo quién de los dos tiene más mala leche, si el propio Maestro Astilla o el médico...

Además de ser un verdadero especialista en el combate cuerpo a cuerpo, el Maestro Astilla también era un cultureta de la cabeza hasta el... rabo. A la hora de ponerle nombre a sus discípulos, ¡eligió a sus artistas favoritos del Renacimiento! Al listo le puso Donatello, luego vinieron Leonardo (¡y sin estar de moda "El Código Da Vinci", oiga!) y Rafael (no por el cantante, mendrugos). El más joven fue el que recibió el nombre del (parafraseando a Los Gandules) pintor genial, máximo exponente renacenstista, aunque también descató en la escultura, Miguel, Miguel Ángel *psss* Ángel *psss*. Vamos, todo un entendido en la materia.

Leonardo, el que iba de azul, era el líder del grupo. Se suponía que Leonardo era el más disciplinado de los cuatro y el que mejor luchaba, pero es que es el que más fácil lo tenía, porque su arma era la que más molaba de todas: una katana. Los usos de la espada de Leonardo eran varios, matar a los malotes que se iba encontrando, cortar las cuerdas cuando atrapaban a cualquiera de sus amigos, reflejar la luz del sol para deslumbrar a sus enemigos y luego cortarlos en pedazos y, el último y más importante, cortar la pizza en porciones para que él y sus hermanos se la pudieran y pudiesen comer en paz. De hecho, las Tortugas Ninja subsitían gracias a la pizza, que era lo que les aportaba todas las vitaminas, minerales, proteínas y energía necesarias para luchar contra el mal. Fijaos que siempre se la pedían extra de queso porque siempre les costaba despegar el trozo que mordían de la porción que tenían en la mano. ¡Tortugas sabias éstas!

Donatello era el listo de la clase, pero iba de morado. El arma de Donatello era "el palo", pero tenía algo de mágico porque cuando luchaba contra enemigos con armas de filo, no le hacían muescas ni se lo partían por la mitad, así que damos por sentado que, o el palo era, como he dicho, producto de la magia, o tenía dentro una vara de metal que impedía que se rompiera. ¿Cómo he llegado a esta conclusión? Pues porque Donatello era el inventor del grupo. Tan listo era este niño que se sacó de la manga una especie de gorrocóptero a lo grande que le servía para poder ir volando por las calles de Nueva York que ríete tú de Nobita y el ridículo que iba haciendo por Japón.

Rafael era el chulo e iba de rojo. Más chulo que un ocho verde pistacho, más chulo que un cortapichas, más chulo que mirarle el culo a una tía que va delante de ti por la calle, más chulo que el que robó la caja registradora de una licorería para comprarse treinta litros de Casón Histórico en Mercadona, más chulo que el Pirulo y más chulo que subirse a una banqueta para contar el chiste de la Fiesta del Tapón. Fijaos si era chulo este Rafael. Sus armas eran los sais, lo cual sé que se llaman así porque soy fiel lector de los cómics de Daredevil y es el mismo arma que utiliza Elektra, no por otra cosa. De pequeños, las armas de Rafael se llamaban "esos tenedores de Rafael" y la mayor utilidad que les encontré siempre fue la de desarmar fácilmente al rival. Era muy chulo, pero a la hora de luchar, molaba más Leonardo y sus espadas.

Miguel Ángel era el mejor de todos, el más cachondo y el que iba de naranja. El arma de éste eran los nunchakus (que, en mi infantil recuerdose llamaban "lunchacos"). Pronto, se cansó de estos y, a medida que iba avanzando la serie, se cambió a una especie de cuerda con gancho en forma de tortuga que le valía para llegar el primero a las trifultas y empezar a repartir toñas como el que más. Miguel Ángel era el que más molaba porque siempre andaba de juerga y metiéndose en líos, y todos queríamos pedírnoslo en el recreo (aquí Escofil siempre lo tuvo más fácil que el resto).

La serie empezó siendo sólo un reclamo para críos pequeños pero, cuando pasaron los capítulos, recuerdo que se hizo un poco más complicada y oscura. Más o menos, esto ocurrió cuando Miguel Ángel dejó de lado los nunchakus por la cuerdecilla ésa. A pesar de todo, las Tortugas Ninja seguían molando. El malo era Shredder (o "Despedazador" como lo llamaban al principio), un tipo que iba ataviado con una armadura, un caso y una capa y que utilizaba las garras de metal que tenía en los guanteletes para luchar. Shredder era un malote de libro, es decir, uno de esos con risa de supervillano ensayada una y mil veces delante del espejo. Tenía un montón de planes maléficos y el Clan del Pie para acabar con las Tortugas Ninja. Eso del Clan del Pie era una especie de orden de ninjas malotes que iban por ahí haciendo las fechorías que les mandaba Shredder para éste no tener que mancharse las manos en las tontás que se le ocurrían. Para que os hagáis una idea, eran como los Masillas de los Power Rangers pero un poco más molones y menos cutres y a veces lograban pegarle algún golpe a las Tortugas Ninja. En algunos episodios, Shredder podía darle nuevos poderes a algunos voluntarios y estos se volvían más grandes o más rápidos y se tenían que cambiar el uniforme para no confundirse con los otros (seguramente, idea de los creativos que trabajaron en el GENIAL! videojuego de la NES).

Pero Shredder ni era el único malo, ni siquiera el más malo de todos. Lo primero, él tenía a dos lugartenientes a cada cual más tonto: Bebop y Rocoso. Estos dos pintas eran dos chungos de su barrio que fueron reclutados por Shredder porque los vio un día en el parque fumándose unos canutillos y le hizo gracia el tener a dos malotes de este estilo en su ejército, pero luego los transformó en mutanes para poder luchar de igual a igual contra las Tortugas Ninja. Bebop era una especie de hombre-jabalí que siempre iba con un cuchillo, un pistolón de rayos láser y gafas de sol, además de que se dejaba coletilla de los que roban en el Día para su dosis diarias. Mientras que Rocoso era un hombre-rinoceronte, algo menos sofisticado e imaginativo, pero llevaba un cuchillo aún más tocho que el de su compañero Bebop. Los dos eran más tontos que arrancaos, pero será que en el Clan del Pie andan justos (¡justos!) de personal y aceptan a todo el mundo.

No hay que olvidarse de Krang, una especie de bicho-cerebro con una voz desagradable que iba metido en la tripa de un robot humanoide grandote y que siempre acababa peleándose con Shredder y compañía. En realidad, Krang era el que mandaba en el cotarro, sobre todo cuando avanzaba la serie, porque hay una regla no escrita que dice que si llega un tío malote de la Dimensión X, hay que dejarlo que mande porque te va a traer armas de todo tipo. ¡Ni Papá Noel en Nochebuena, mire usted! La diferencia de luchar contra Shredder o contra Krang (o contra los dos) residía en la cantidad de pistolas láser que se veían en el capítulo. Daba igual, la cagaba siempre...

En resumidas cuentas, una serie que tenéis que ver, aunque sea ahora mismico. ¡Ya!
Y no se os olvie: "¡¡¡PODER TORTUGOSO!!!".

8 comentarios:

Alec White dijo...

Para empezar: LOL


Que bueno... Desde entonces veo la pizza como una de las mejores comidas del mundo.

Una pregunta ¿Tu llevas viendo series de dibujos animados desde que tenias razon? L o digo por que las series de las que hablas son de casi todas las epocas.

Porfa explicamelo vale?

Miguel Negrillo dijo...

En efecto, yo llevo viendo dibujos animados desde que tengo uso de razón... y aún sigo haciéndolo. Es cierto que ahora soy muchísimo más selectivo y no me trago la primera serie de dibujos animados que echan por la tele o cae en mi gestor de descargas, pero no puedo dejar de ver series de dibujos animados. ¡Es lo mejor de la tele!

Anónimo dijo...

Una preguntilla, ¿Leonardo limpiaba la catana después de matar a los malos para cortar en porciones la pizza?? que "asquete"!!!

Miguel Negrillo dijo...

Me inclino a pensar que no lo hacía. Total, son "Tortugas Mutantes" y eso ya los hace raritos. Cualquiera sabe los gustos que pueden tener unas tortugas de dos metros que saben artes marciales, que comen pizza... ¡y tienen dientes!

¿Os habíais fijado? ¡Sonríen y tienen dientes!

Txema SG dijo...

Todavía recuerdo el revuelo que hubo en mi cole el día despues de que se estrenase en telemadrid. Todo el mundo jugando en el patio a las Tortugas Ninja.

Miguel Negrillo dijo...

Recuerdo la época en la que en Daimiel pillábamos Telemadrid (la normal, no la satélite). Me pregunto si esa tal Cibercelia seguirá rondando por ahí... Creo que ha sido uno de mis mitos eróticos de mi niñez.

Anónimo dijo...

escuche por ahi que Miguel Angel dejo de usar los nunchakus porque en EEUU se prohibió durante un tiempo este tipo de arma, asi que no les quedo otra a los de la serie, que hacer como "aqui no ha pasao nada" y le pusieron la cuerda con el gancho,
ahi queda eso como una leyenda urbana extraña mas ;)

Miguel Negrillo dijo...

Yo también lo he leído por algún sitio. Igual me documento y hay que sacar la leyenda urbana extraña explicada, ¿no? ;)

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