Si no lo hago reviento, pero antes de que termine el año me veo obligado a informaros de algo que nos preocupa a todos o al menos deberia, se trata de un tema político, "LOS PLANES DE BOLONIA", que es una reforma universitaria que nuestro señor presidente va introducir en nuestro pais, aqui os dejo los detalles de la reforma:
-Grado: Crean el título de grado de tres años de estudio a lo que se sumaría un periodo de formación práctica de entre tres meses y un año, que incluirá no sólo el proyecto de fin de carrera, sino también prácticas en empresas. Así, sencillamente significaría pasar de estar formados en tres años en vez de cinco, con la consiguiente reducción de materias estudiadas y un empeoramiento de la formación, que impedirá acceder a un puesto de trabajo digno. Los títulos de grado estarán devaluados y los estudiantes nos veremos obligados a cursar los postgrados.
· Postgrados: Crean el título de postgrado, que sustituyen los actuales máster y profundizan la filosofía elitista del proyecto universitario. Mientras que los títulos de grado corresponderán a una devaluación de las actuales licenciaturas, los postgrados se convertirán en los títulos que exigirán las empresas para contratar a universitarios. En primer lugar no resuelve la reducción del tiempo estudiado en el título de grado, pues los másters ofertados se corresponderán en su mayoría con licenciaturas actuales que quieren hacer desaparecer, condensándolas en dos años. Además se impondrán serias cribas, tanto académicas, donde cada universidad impondrá sus criterios de selección (examen de acceso, entrevista individual...), como económicas, con unos precios a los que difícilmente podrán hacer frente los estudiantes de origen obrero (hablan de matrículas de 2.000 euros), a la vez que no se dispondrá de becas, sino que en su lugar se concederán créditos bancarios que el estudiante deberá pagar al terminar sus estudios. Los postgrados, a los cuales sólo una pequeña minoría de estudiantes podrán acceder, se convertirán en imprescindibles para acceder a un puesto de trabajo digno.
· Formación "a la carta": presentan la novedad de poder escoger distintas asignaturas para completar simultaneamente varias titulaciones. Realmente, esta nueva estructura impondrá al estudiante tener que dedicar más horas de estudio para tener títulos que resulten competitivos en el mercado laboral. Ya hoy en la universidad Carlos III de Madrid se imparten titulaciones similares a las que plantea el gobierno. El resultado práctico son clases mañana y tarde que atan por completo al estudiante a la universidad.
· Formación práctica: Es necesaria la formación práctica, sin embargo, tal y como lo plantea el gobierno, no hay ninguna garantía de que solucionen los actuales problemas que existen en la universidad pues no se especifican las condiciones en que serán realizadas. Las prácticas se convertirán en una fuente de mano de obra gratuita para los empresarios ya que no serán remuneradas, tal y como nosotros siempre hemos exigido, y tampoco contarán con una supervisión de las organizaciones estudiantiles y de los sindicatos para evitar los abusos que ya hoy existen en las prácticas de la FP o en el trabajo de los becarios. Además, sin establecer las condiciones de trabajo, los estudiantes universitarios podrán terminar realizando los trabajos más variopintos, que no tengan ninguna relación con su formación académica y que al acabar las prácticas no le hayan aportado nada fundamental.
· Proyecto fin de carrera: Con la actual masificación, con la ausencia de medios y recursos y con la calidad actual de la docencia, los planes del gobierno para extender y generalizar los proyectos de fin de carrera y exigirlos para obtener el título de grado resultarán ventajosos para los estudiantes privilegiados, que puedan disponer de tiempo, acudir a clases particulares y prepararse a fondo para elaborar estos proyectos.
· Créditos "europeos": En el nuevo sistema de créditos (ECTS), los créditos corresponden a 25 horas de trabajo del estudiante, de los cuales sólo la mitad corresponderán a horas lectivas, conformándose el resto de créditos de trabajo realizado por cuenta propia del estudiante. La realidad será que los estudiantes estaremos pagando por una serie de servicios que no recibiremos. Además se beneficiarán los estudiantes que puedan acudir a academias. Además, si se reducen las horas lectivas inmediatamente reducirán los recursos (aulas, profesores, etc.) destinados a la educación.
· Reducción del número de carreras: Se plantea una drástica reducción del número de titulaciones ofertadas, pues se pasaría de las 140 licenciaturas actuales a 79 títulos de grado. Como era de esperar la mayoría de las titulaciones que se extinguen son las que se consideran “no rentables”, como las filologías, las diplomaturas de maestro, y las ingenierías técnicas. Debemos además recordar que esta concentración en un menor número de carreras se propone sin que se planteen la creación de más plazas en las carreras restantes, que obviamente recibirán un mayor número de estudiantes, acrecentando el problema de la masificación.
Como podemos ver, la estructura educativa que plantea el ministerio, obligando a los estudiantes a cursar grado con créditos europeos y "formación a la carta", un año de prácticas en empresas, un proyecto de fin de carrera y un postgrado con prueba de acceso supondrán, en primer lugar, una carrera de obstáculos para conseguir un título válido para el mercado laboral y, en definitiva, apostar por un determinado tipo de estudiante universitario que puede permitirse pasarse años estudiando en la universidad, sin ninguna preocupación ni presión económica, que no tenga que simultanear estudios y trabajo porque no lo necesite y que no le importe no disponer de tiempo para otras actividades. Quieren elitizar la universidad pública y excluir de los estudios superiores a los hijos de los trabajadores que cuentan con muchas presiones sociales y económicas que no tienen los "niños de papá".
La "homologación" con Europa es una excusa. ¿Por qué no nos equiparamos a Europa en becas? Si la universidad tenía más calidad en Europa es, precisamente por la inversión educativa de estos países. Así, Dinamarca invertía más del 8% del PIB para la educación pública, mientras que en el Estado español la inversión se reduce al 4%. Así mientras en la UE se destina el 1,9% del PIB para la universidad, aquí se destina menos de un 1%. De todas formas, estos ataques que se dan en el Estado español forman parte de la política común de la Unión Europea. Los capitalistas europeos quieren destruir las conquistas del movimiento obrero: educación y sanidad pública y derechos laborales.
Para los grandes empresarios sobran licenciados: El 40% de los licenciados no encuentran trabajo de lo que estudiaron. Realmente sí existen necesidades sociales que cubrir, pero éstas no resultan rentables para los dueños de la sociedad. En realidad, la reforma universitaria va encaminada a crear una masa de trabajadores poco cualificados a la que se pueda mantener con bajos salarios. Por eso no es ninguna coincidencia que se presente la actual reforma universitaria, coincidiendo con una propuesta de reforma laboral donde el gobierno ha planteado una serie de medidas en la misma dirección abaratar el despido y precarizar aún más el mercado laboral.
Y lo mas importante, la lucha sirve, el curso pasado se planteaba la extinción de la titulación de Historia del Arte como inevitable. Tras la movilización de los estudiantes afectados, toda esta charlatanería ha cesado y parece que no existe ningún problema en que esta titulación esté incluida entre los futuros grados. Una movilización contundente de la comunidad universitaria, de los estudiantes, profesores y del personal laboral podría frenar la actual ofensiva.
