ReseñaTV: Prison Break (3ª temporada)

Creador: Paul Scheuring
Cadena de TV USA: FOX
Número de Episodios: 13
Duración: 43 minutos aprox.
Emisión original: Septiembre de 2007

Reseña:

Muchas y muy malas críticas había leído acerca del enorme bajón de nivel de la tercera temporada de una de mis series favoritas, Prison Break. Al principio no me podía imaginar cómo una serie que me sorprendió por innovadora en su primera y segunda temporadas hubiera podido caer de esa forma en la tercera. Esta tercera temporada nos cuenta cómo Michael Scofield está recluido en la prisión de Sona junto a lo peor de lo peor de los criminales de Panamá.

El primer error que detecté una vez los capítulos fueron transcurriendo fue que esta tercera pretendía ser igual que la primera, salvo que jugaba con un importantísimo factoren contra, y es que a todos nos gustó la idea de un heterogéneo grupo de presos se fugara de la cárcel a raíz de las buenas intenciones de un hombre que pretendía salvar a su hermano inocente. Ahora, Scofield también deberá sacar a un preso de Sona y se irá complicando la vida cada vez más y más a medida que debe valerse de la ayuda de presos indeseables para lograr su objetivo. Lo que sí ha cambiado esta vez ha sido la motivación que lo impulsa a hacer lo que hace: Sara y LJ han sido secuestrados por la Compañía y Lincoln hace todo lo posible desde fuera para ayudar a su hermano y a su hijo en la difícil situación de ambos. He de decir que no es que sea demasiado mala esta temporada, pero sí previsible en cuanto a que los planes de fuga fracasan a la primera de cambio, ya que la temporada consta de 13 episodios y todos sabemos que en el tercero no lograrán escapar de una cárcel de la que nadie ha huído jamás. El ritmo es mucho más lento que en temporadas anteriores, y se nota demasiado que se sabe hasta dónde deben llegar en la historia, pero no cómo tienen que hacerlo, así que directamente se dedican a dar rodeos en la trama jugando con la amplia lista de secundarios que acaban dentro de Sona.

Las semejanzas entre la primera y esta tercera temporada continúan en cuanto a la nómina de presos que ganan importancia a medida que avanza la serie. Repiten gente como Mahone, Bellick o T-Bag y debutan otros como McGrady (un chaval panameño obsesionado con el baloncesto y la cultura estadounidense) o el Lechero (un traficante de droga que se ha convertido en el jefe de los reclusos de Sona). Pero, por encima de todos, aparece James Whistler, el hombre al que Scofield debe sacar de la cárcel para salvar a los dos rehenes que tiene la Compañía, un personaje que se ve rodeado de intriga constantemente, y del que se nos ofrece una de cal y una de arena para confundir al espectador (dando la respuesta acerca del personaje al final de la temporada).

En cuanto al desarrollo de la historia, a mí he de reconocer que esta tercera temporada me ha parecido entretenida, sin llegar a engancharme nunca del todo. La parte de Lincoln operando desde el exterior es lenta y aburrida, cayendo una y otra vez en el mismo tópico y redundando en las acciones del hermano mayor que representa. La parte de la cárcel tiene buenos puntos y momentos granes pero que se ven oscurecidos por giros de guión mal planteados o demasiado esperados y previsibles como para que el telespectador no los tuviera en cuenta mucho antes de que estos sucediesen. Al final, gana en velocidad, emulando en parte a la segunda temporada, pero se queda una historia coja a la espera de una conclusión clara y factible en la cuarta.

En definitiva, que no es tan mala como a mí me la pintaron, pero no llega a ser, ni mucho menos, como las dos anteriores temporadas. Se nota la decadencia en la que ha caído la serie y es una pena, sin embargo, estos trece capítulos se dejan ver aunque sin demasiado entusiasmo. No me atrevo a suspenderla porque, lo que es a mí, sí que me ha entretenido lo suficiente como para ganarse ese derecho a la duda del final.

5/10

(Aceptable)