12 de julio de 2009

Las 20 series de dibujos animados que deberías ver si eres lector de Cabronos Extraños [VI]: La Vuelta al Mundo de Willy Fog

Junta a unos japoneses ociosos deseando hacer negocio con sus series de dibujos animados y a unos españoles con buenas ideas y buscando el enseñar su propia visión en plan fábula de uno de los libros más famosos de Julio Verne, añádele que todo eso ocurra en la década de los ochenta... ¡y tendrás "La Vuelta al Mundo de Willy Fog"!



Ésta es una de las series que mejores recuerdos me trae de mi infancia. La serie de dibujos animados que nos enseñó a todos una serie de valores que, aún hoy en día, muchos siguen respetando, como el hecho de disfrutar con los libros de Julio Verne, el valor de la amistad... y que el hecho de jugarse los cuartos en apuestas tremendamente arriesgadas y ser un ludópata empedernido pues no es nada malo, es más, te va a servir para disfrutar de aventuras sin igual, conocer a la chica de tus sueños (y casarte con ella en futuras temporadas) y conocer mundo. Todo eso lo digo porque el protagonista de la serie, Willy Fog, que es un leonis ludopatas (es el término más técnico, hombrecillos extraños), hace precisamente eso: se juega toda su pasta contra el director del Banco de Inglaterra. Casi nada, oiga.

Al principio, ahí está Willy Fog, que es un señor inglés, bueno, "señor" es un decir, porque es más bien un león inglés (aunque no sé si en el Reino Unido habrá leones más allá de las leyendas y los zoológicos), que le da por ir de vez en cuando al casinillo que tienen montado en el Reform Club y apostarse con los que allí están un montón de dinero por hacer tonterías. La que da lugar a la serie no es más que la de apostarse a que era capaz de darle una vuelta completa al mundo en sólo 80 días. Willy Fog les pone el trapo y entran todos como toros a jugarse un pastizal sólo al alcance de los animales más ricos de Inglaterra. ¡Ellos jugándose los cuartos y presumiendo de ricos mientras en la serie vemos cómo hay pobres en cada país por el que pasan! Se les ve el plumero.

Resulta que Willy Fog es un ludópata, sí, pero también es más listo que los ratones coloraos, y tiene como mayordomo a un ¿gato? (porque a mí nunca me quedó claro que eso era un gato, más bien yo lo veía como un mapache teñido para dar el pego, se conoce que el tipo que tenía que hacer el dibujo tenía un gato con el culo gordo, porque otra explicación no le encuentro), Rigodón, que es un parto bien aprovechado. Un animal apañado como los hay pocos en su país de origen: Francia. Un mayordomo gatuno y francés que se va con su jefe, un león millonario a dar una vuelta por el mundo a ver si tardan sólo 80 días. ¡Pero es un metepatas! La serie hacía aguas en la relación de estos dos. A ver, si es tu subordinado y es un torpe cuadriculado, lo indemnizas (porque tienes muchos cuartos), y te contratas a uno de esos marineros tan fuertotes que te acompañan de vez en cuando, o engañas a los de las tribus africanas para que te hagan el trabajo sucio. Willy Fog es un ludópata al que no le da vergüenza a postarse una millonada en una tontería de viaje pero tiene escrúpulos para con sus empleados. ¡Raro!

Junto a Willy Fog (si os estáis preguntando por qué pongo siempre el nombre y apellido del protagonista, la respuesta es porque me mola decirlo todo junto, ¿qué pasa?) y Rigodón, había dos protagonistas más. Uno era Tico, un ratón/rata/cobaya/hámster/roedor en general, andaluz de pro y amiguete de Rigodón que se apunta al viaje y que se pasa la mitad del tiempo escondido en el bombín del su amigo. No me extraña que, cada dos por tres, Tico se metiera una panzá a comer de las que hacen historia, imaginaos que tenéis que aguantar un viaje en tren metidos en el sombrero de un gato francés oyéndolo hablar constantemente y alimentándote de las pulgas y de la cera de las orejas del bicho. Repugnante. Además, que el gran mérito de este roedor era que había estado en el circo... ¡igual que Rigodón! ¿En qué empresa le buscaban los mayordomos a Willy Fog? ¿Lo tenía contratado con una ETT y lo de los 80 días era porque el contrato era de tres meses y quería deshacerse de él nada más llegar del viaje? Preguntas sin respuesta.

La otra era la chica. Siempre hay una mujer. Siempre hay una chica, para bien o para mal. Aquí era una mujer-pantera (interesante) a la que iban a quemar junto a su marido porque éste se había muerto o algo parecido (creo que esos capítulos me los perdí). Sin embargo, llegan el trío más chistoso de los dibujos animados (un león inglés, un gato/mapache-teñido francés y un ratón/cobaya de Lepe; no te digo na' y te lo digo to') y la salvan de la hoguera en una emocionante persecución. Así pasa lo que pasa, que Romy, que así se llama la dama, se enamora de su caballero inglés que la ha rescatado (ya ni se acuerda de que es una viuda reciente) y ahí hay tema. Es la típica historia de la doncella en apuros. Pero el amor surge con más facilidad cuando el que te rescata es un tío que tiene el dinero por castigo y disfruta jugándoselo con los amiguetes en un club inglés de alto standing.

Lo más curioso es que la vuelta al mundo iba a durar 80 días pero sólo hay 26 capítulos. Cómo se nota que esto se hizo en los ochenta y no en la actualidad. Si esto pasa ahora, te sacan los 26 capítulos en la tele a episodio por semana y con una pausa de 15 minutos para que puedas irte a comprar chucherías o ir a mear o a lo que te venga en gana, y luego te sacan en un DVD con extras la versión extendida con estuche de piel, el making-off de los japos y los españoles de cañas por Tokio y las tomas falsas de los dobladores. Pero al final lo logran, a pesar de las insistencias del Señor Sullivan, que era el malo en la sombra y el director del Banco de Inglaterra, que hace todo lo posible para que Willy Fog no gane su arriesgada apuesta. Llega hasta a contratar a un sicario, un lobo (o un coyote azul con los ojos amarillos, que deben ser efecto de alguna droga que se tomaban los animales de la época) llamado Transfer (el inventor del Transfer Pack de la Nintendo 64, segurísimo) que tenía el superpoder de hacer planes malvados mientras se le ponían los ojos locos (lo que yo decía, drogas psicotrópicas). A Transfer sólo le faltaban los cacharros marca ACME. Evidentemente, siempre la acababa cagando.

Ah, y no se nos puede olvidar el final de cada capítulo con la pedazo de banda sonora interpretada por Mocedades, digna de ser recogida en un CD y llevarla a todas partes y ponerla en todas la reuniones "porque siempre hay un amigo que desea estar contigo y ahí está".


Esta canción le da cien vueltas a la mierda esa de Killers que están dan de moda, ¡si te enseña hasta a silbar y todo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estaba yo buscando la banda sonora del final de episodio y me entretenido a leer este report, jeje me he reido bastante porque yo crecí con esta serie. Y me meo con el nombre de Rigodón... asi que es de Mocedades la cancion del final! vaya sorprise

Miguel Negrillo dijo...

Y sacaron un disco con toda la BSO, también de Mocedades. No es muy difícil encontrarlo por Internet y todas las canciones son del mismo palo que este ending.

¡Me alegro de que te gustase.
Un saludo! :D

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