Título en España: Titanes #6Título en EEUU: Titans nº8 & Titans nº9 & Titans nº10 & Titans nº11
Formato: Comic Book 96 páginas
Precio: 7.95 €
Editorial: Planeta DeAgostini
Reseña:
Sexto y último número de una serie que ha tenido una duración escasa de un año, que partió de una idea bastante atractiva (la reunión de los Titanes clásicos ahora en su etapa adulta), pero que ha sido absorbida por la situación caótica actual en DC.
El número de este mes es cuádruple, pues contiene "Titans" #8 a #11, ambos inclusive, cuatro números USA que hacen que el precio del cómic se dispare al doble de lo que han venido costando el resto de las entregas. En las páginas interiores tenemos la resolución de la repentina aparición de Jericó hace dos meses, en el quinto número, después de que el hijo de Deathstroke ocupara la identidad de uno de los ocho Titanes. Cíborg cierra la base y a partir de ese instante, todos son sospechosos unos de otros, aunque se ven obligados a trabajar en equipo para averiguar dentro de quién se encuentra escondido Jericó. Sin embargo, Judd Winick no trata nada bien esta situación, pasando apresuradamente de un instante a otro sin detenerse en darle un poco de emoción a los sucesos que va mostrnado. El guionista pierde unas cuantas páginas con la expliación del plan de defensa de Cíborg, luego deshace todo para volver al arma original que utilizaron para descubrir a Jericó en primera instancia, más tarde el lector descubre quién es Jericó en realidad y pasamos a ver la situación desde otra perspectiva, aparece la Liga de la Justicia... Todo ocurre sin más, y el factor sorpresa que podría haber introducido Winick en el cómic se pierde completamente. Una pena. Lo más destacable es la demostración de poderes de los diversos Titanes y miembros de la JLA cuando Jericó les enseña lo escurridizo que puede llegar a ser. Pero no sólo tenemos la conclusión de ese arco argumental en el tebeo, sino que también los números USA que bien justifican el final de la serie regular en nuestro país. Un miembro importante abandona el equipo y Winick aprovecha esta circunstancia para desarrollar una serie de encuentros y diálogos entre los diversos amigos que acaba con un adelanto de relanzamiento de la colección y de la historia de los Titanes. Deja la cosa interesante, pero tratándose de un Judd Winick poco inspirado, se puede esperar casi cualquier cosa, desgraciadamente.
En cuanto a los dibujos, salvo la página que adelanta la llegada de "La Noche Más Oscura", dibujada por Jesús Saiz, el resto está firmado pro Howard Porter, un nombre habitual en DC que ya se ha hecho cargo de otras series como "The Flash" o "JLA", o por Jim Calafiore, un habitual colaborador de Judd Winick, como en su paso por Marvel en la serie mutante "Los Exiliados". Porter forma parte de ese grupo de artistas que suele dar una de cal y otra de arena, y en esta ocasión toca la de cal, es decir, la buena. Si de algo no nos podemos quejar del arte de Howard Portes es que nos ofrece un estilo claro con toques espectaculares a la hora de narrarnos una historia de superhéroes. Por su parte, Calafiore tiene pocas páginas interiores, y ha refinado su estilo para que la composición de las caras (su firma más notoria) no lo aleje del estilo de Porter. En definitiva, visualmente es un buen cómic.
6/10
('Tá bien)
Título en España: Nightwing #7Título en EEUU: Nightwing nº151 & Nightwing nº152 & Nightwing nº153
Formato: Comic Book 72 páginas
Precio: 3.95 €
Editorial: Planeta DeAgostini
Reseña:
Otra serie más que da por finalizada su andadura en formato grapa en nuestro país. Dentro del sello "Extremaunción", el primer discípulo de Batman salda sus últimas cuentas y da carpetazo a los últimos asuntos que se traía entre manos de su etapa como defensor de Nueva York y deja todo listo para que podamos volver a ver a Nightwing por las calles de Gotham City.
Este número español contiene tres números USA, en los que Dick Grayson acaba de despedirse de los secundarios al lado de los cuales lo hemos podido ver a lo largo del poco más de un año que ha durado este volumen en nuestro país. Peter J. Tomasi deja abierta la puerta ante el enésimo regreso de Dos Caras pero ha sabido colocarlo como un enemigo apto para Nightwing, algo que hay que agradecerle al escritor. Por otro lado, una vez que Dick se muda a Gotham, vivirá su primera aventura contra otor de los enemigos clásicos de su fallecido mentor, Ra's al Ghul, quien va a buscarlo para dejar una nueva pista sobre quién puede ser el que recoja el manto de Batman en el futuro inmediato. Un número muy típico de fin de etapa con adelanto de lo que nos espera a partir de ahora, salpicado de momentos emotivos de Alfred, Tim y el propio Drick, todos recordando a Bruce; y con muchas alusiones al vacío que existe actualmente ante la ausencia de un héroe de tanto peso como es Batman. Tomasi acaba con la andadura neoyorkina del personaje y sabe crear espectación de cara a próximos acontecimientos en la Bat-familia. Interesante.
A los lápices tenemos cierta variedad que no entorpece la lectura del cómic. Abre el fuego el dúo formado por Doug Mahnke y Shawn Moll, aunque parece predominar el estilo del primero, a quien hemos podido ver en una gran cantidad de series DC o WildStorm. Precisamente, las páginas de Mahnke y Moll constan únicamente de diálogos o de mostrar ciertas escenas del fin del ciclo que estamos viviendo, pues Tomasi reserva toda la acción, tanto en peleas como detectivesca, para la llegada de Don Kramer. El veterano dibujante sí que ofrece páginas de calidad, aunque desgraciadamente caiga en el mayor error que le podemos achacar, y es en los gestos faciales de los personajes.
6.5/10
(A medio camino entre 'Tá bien y Chanante)
No hay comentarios:
Publicar un comentario