Las 20 series de dibujos animados que deberías ver si eres lector de Cabronos Extraños [II]: Doraemon

Doraemon, ese bicho a medio camino entre un gato y un robot que fue creado en el año 2112 y enviado al pasado por los descendientes de un chavalillo llamado Nobita para que el chico no cometiera las estupideces que diariamente se le ocurren al pobrecico y que tienen consecuencias aún una barbaridad de años después (además de torpe, desafortunado).

Doraemon. inicio español

La serie de Doraemon es la serie más larga de la historia o, por lo menos, tiene un efecto al final de cada capítulo que me hace olvidarlo una vez lo he visto porque cada vez que echan algún episodio en la tele tengo la sensación de que el guión se repite (porque el creador tiene tres o cuatro borradores a los que les cambia los detalles y tira p'alante con la historia), pero que ése, precisamente ése, no lo he visto aún. Es que mira que hay episodios de Doraemon, leche. Además, posiblemente es uno de los mejores productos que pueda ofrecer TVCLM justo después de los partidos del Albacete (venga, ¡mejor que los partidos del Albacete!).

Doraemon es un gato cósmico, no porque lo diga la cabecera de la serie algunas veces, sino porque tiene un bolsillo en la panza que transgrede completamente las leyes de la física y en el que tiene una pechá de objetos mágicos que han sido desarrollados en el siglo XXII y que son capaces de hacer prácticamente cualquier cosa. Siempre me he preguntado cómo pueden los cuellecitos de los niños de la serie aguantar el peso de su cuerpo cuando se ponen el gorrocóptero, y van por ahí volando tan tranquilos de un lado para otro sin cansarse ni nada. ¿Y dónde se agarra? ¿Al pelo? ¿Zidane se puso uno de esos y por eso se quedó así de calvo? Son cosas inexplicables. Dudas que jamás nos solucionaron en la serie, o yo he olvidado el capítulo en el que lo hacían, o no estaba en casa ese día.

El caso es que Doraemon vive con Nobita y sus padres en la casa y es tratado por estos como un hijo más pero que no tiene que colaborar en las labores de la casa, ni trabajar. Como es un gato-robot cósmico tampoco tiene que ir al colegio. ¿Qué le enseñas a un gato azul que habla y corre a más de 100 km/h que ha venido del futuro? Sin embargo, bien que le hace gasto a la pobre familia Nobi, pues el bueno de Doraemon se come los dorayakis como si fueran o fuesen pipas. Hay que ver qué forma de tragar el bicho jodío. No me extraña que la madre de Nobita esté siempre de ese humor, porque vaya una mujer tirana. Si me preguntaran por los cuatro o cinco villanos más terribles de series anime, sin duda me decantaría por la Señora Nobi, una mujer que no hace más que gritar a su hijo, tirarle de las orejas y echarle broncas por cualquier cosa que hacía el pobre Nobita. Vale que su hijo se comportaba como el tonto del pueblo y que era más tuno que una manta, pero no te cuesta nada tener un poco de paciencia con el chico, mujer.

Cada capítulo de esta serie era más o menos así: Nobita se cabreaba o se acojonaba (esto iba alternando) por algo que le había pasado con sus amigos y le pedía ayuda a Doraemon para que le dejara algún invento del siglo XXII que le permitiera salir del problema. Una vez que Nobita tenía su invento, abusaba de él cobrándose la venganza con creces frente a sus amigos. Al final, llegaba Doraemon y le quitaba el cacharro, se lo metía en el bolsillo mágico y te cantaban la canción de "Los Niños de la Tierra" que tanto molaba.

Eso sí, el grupo de amigos era para echarlos de comer a parte. Nobita ya sabemos cómo era, pero luego estaban Gigante, Tsuneo y Shizuka. Gigante era el matón gordo que le pegaba a todos los niños abusando de su tamaño y su oronda presencia. Era tan tonto como Nobita pero sabía compensarlo a base de guantazos que le daba a todo aquel que se le cruzara en su camino, sobre todo al protagonista, para motivar que el tontaco de Nobita fuera llorando a su casa para pedirle ayuda al vago de Doraemon. El otro malote de la pandilla era Tsuneo, que cumple un rol muy común en las series japonesas que es el de niño rico mimado y pedante. Sus padres eran millonarios o tenían algo que ver con los de Marbella porque siempre le estaban comprando cada videojuego último modelo que no veas. El creador no se dio cuenta de que Tsuneo era un personaje insulso en los primeros cien capítulos, de forma que nunca representaba un peligro tan grande como el obeso de su amigo Gigante y sólo valía para chinchar a Nobita de vez en cuando. Ahora bien, el verdadero logro novelístico por parte de los guionistas, es el personaje de Shizuka.

Shizuka Minamoto es la chica del grupo. La ¡única! chica del grupo. Claro, si tienes sólo una chica, tienes que aunar en ella todos los roles que puedas y de ahí tenemos que es una empollona asquerosa de esas que te resultan pedante en cuanto abren la boca, pero también era la dulce niña de la que los otros tres están enamorados. Debía ser un poco guarra o tener un grave problema de sudoración, porque no perdía la oportunidad de irse corriendo a darse un baño cada uno o dos capítulos. Evidentemente, Nobita y Doraemon tampoco dejaban pasar esa oportunidad de hacer uso de los inventos del gato-robot cósmico para hacer de voyeurs y verla tomando su baño.

Una serie que no puedes dejar pasar y que tienes que verte, al menos unos 300 capítulos si quieres mantener contento a Sánchez.