Título en España: El Yelmo del Destino
Título en EEUU: Helmet of Fate TPB
Formato: Tomo, tapas rústicas, 128 páginas, color.
Precio: 10.95 €
Editorial: Planeta DeAgostini
Reseña:
Recopilados en un mismo tomo los cinco cómics que salieron en USA y que compusieron una historia completa acerca del viaje que completó el Yelmo del Destino desde que el Capitán Marvel lo lanzara por los aires hasta el espacio hasta que el casco encuentre su legítimo portador en la serie regular de "Cuentra Atrás a Crisis Final". Así pues, un volumen que completa la historia que pudimos leer en el tomo que se cruzaba con los momentos previos a Crisis Infinita, "El Día de la Venganza", y lo que pudimos leer en 52, donde Ralph Dibny fue acompañado a lo largo de algunas semanas de dicho objeto mágico.
Cada número USA que compone este tomo se podría leer por separado y de forma completamente independiente, aunque aquí en España, Planeta ha decidido sacarlos todos en orden cronológico y recogidos todos en un mismo volumen. A mí me parece estupendo, el submundo mágico es algo que está dando mucho juego en el Universo DC actual y creo que ninguno de estos relatos hubiera visto la luz en nuestro país si no es de esta forma. La mayor pega que debemos achacarle es que los protagonistas sean personajes de tercera fila, abriendo el fuego con el Detective Chimpancé (recordemos que fue el primero al cual Nabu encargó el buscar un nuevo portador del Yelmo), ya os podéis imaginar qué tipo de personajes se dan cita en este tomo. Evidentemente, no es recomendable para aquellos que esperen ver, como mínimo, a Zatanna, pues ni siquiera ella, máxima representante del mundo de la magia dentro de los superhéroes de la editorial, se encuentra en este tomo.
Todo comienza con el Detective Chimpancé ayudando al Departamento de Policía de Gotham en la resolución de un caso de asesinato de cuatro jóvenes aspirantes a superhéroes. Poco después de que demostrara sus capacidades detectivescas, el Yelmo del Destino llega otra vez hasta él y deberá decidir si se lo queda o no. Más o menos, todo irá en la misma línea, aunque cada historia tendrá su propio esquema de desarrollo, y unas se diferencias de otras tanto en el tono, como en la forma de transmitir la historia, como en el dibujo. En el caso del primer capítulo, el del Detective Chimpancé, se cuenta con dos autores con cierto nombre dentro de la editorial, Bill Willingham (autor de una de las mejores series de la línea Vertigo, "Fábulas") a los guionies y Shawn McManus, un artista habitual en estas historias en las que la magia copa el tema principal del cómic (y que ya ha trabajado en más de una vez junto a Willingham. De más está decir que, por lo que a mí respecta, éste es el mejor dúo que nos podemos encontrar en todo el tomo, luego encontraremos algún nombre reconocible, como Gail Simone o Steve Nails, pero no será lo habitual.
Después del Detective Chimpancé, el Yelmo del Destino continuará su viaje y se cruzará con el nuevo Sargón, del cual asistiremos a la obtención de sus poderes por parte del ya nombrado Steve Nails quien estará acompañado de Scott Hampton en los dibujos (del que tengo que comentar que a mí no me ha gustado absolutamente nada en su planteamiento de la obra, usando un estilo demasiado confundible para el lector para un relato simple como el que plantea Nails). De ahí, pasará por la vida de Alicia la Negra, un personaje casi olvidado del Universo DC y que casi consigue hacerse con el control del Yelmo del Destino haciendo uso de sus poderes de imitación. Éste es el capítulo que escribe Gail Simone, muy dada a ofrecerse para hacerse cargo de cualquier historia protagonizada por un personaje femenino, y nos introduce en una trama de adolescentes vista desde un punto de vista de una de las más poderosas magas de todo DC. Duncan Rouleau, un artista con un marcado estilo cartoon que viene de la televisión y que le da un toque frescto al relato de una protagonista marcada por su negatividad hacia lo que le rodea.
El tomo se cierra con la presentación del nuevo Ibis primero, y la aparición de un viejo conocido como miembro de la JLA como es Zauriel. Con Ibis, Tad Williams ofrece un relato en el cual el joven Danny Khalifa, de origen egipcio, obtiene los poderes del defensor del dios Toth y debe enfrentarse al mismísimo Set por recuperar el Yelmo del Destino. En los dibujos encontramos a Phil Winslade, británico al que recordamos por su paso por la serie regular de Flash y que ofrece un gran trabajo, visualmente parecido a la historia de Sargón por el doblete que hace el colorista en ambos capítulos, pero igualmente efectivo en larepresentación de los dioses egipcios que aparecen en sus páginas. Por su parte, el último capítulo diría que es, en cuanto a argumento, el peor de todos. Zauriel es un héroe íntimamente ligado a la religión cristiana y tendrá que viajar hasta un planeta años luz alejado de la Tierra para evitar que una revolucionaria extraterrestre derroque a una temible dictadora. Los paralelismos me parecen de lo más curiosos, pero fuera de ello, tiene poco interés, y el Yelmo del Destino no es más que una excusa más para rellenar unas páginas más. A los lápices encontraremos a Peter Snejbjerg, con un marcado estilo simplista que resta más seriedad si cabe a la historia que se nos está contando. Sin lugar a dudas y, como ya he dicho, el peor cómic del tomo.
En definitiva, una lectura amena, rápida y en la que recordaremos (o descubriremos) a algunos personajes que no gozan de mucha importancia a lo largo del año por parte de DC. Si buscas completar la continuidad del mundo mágico DC, puede que te interese (aunque a mí me parece un poco intranscendente), si lo que te preocupa es la continudad general DC, ni siquiera te molestes en hacerte con este tomo, demasiado específico. Hubiera sido mucho mejor si hubiera sido una historia completa hecha por un único autor.
6/10
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