Reseña: Camelot 3000

Título en España: Absolute Camelot 3000
Título en EEUU: Camelot 3000 TPB USA
Formato: Tomo, formato Absolute, tapas cartoné, 302 páginas, color.
Precio: 30.00 €
Editorial: Planeta D^eAgostini

Reseña:

Este tomo es una de las novedades de Planeta DeAgostini para el Salón Internacional del Cómic de Barcelona que más me llamaron la atención. Desgraciadamente, he ido posponiendo su lectura hasta que la pila de cómics pendientes se ha reducido lo suficiente como para que pudiera disfrutar tranquilamente de esta revisión de las leyendas artúricas en plan futurista.

Ya, desde el principio, lo que más llama la atención son los dos nombres que acompañan al título del volumen: Mike W. Barr como escritor y Brian Bolland como dibujante. Del primero, un trotamundos del mundo del cómic cuya carrera se ha desarrollado tanto en las dos grandes editoriales, DC (sobre todo) y Marvel, y en alguna otra estadounidense de menor transcendencia, he de reconocer que esperaba mucho, pues pocas han sido las obras que he leído, pero en todas ellas he encontrado los pequeños detalles que me han hecho considerarlo como un gran escritor. De Bolland, poco se puede añadir, pues es uno de los dibujantes más importantes y, en definitiva, de los mejores, que se puedan encontrar en cualqueir cómic. Encontrarme con un tomo en el formato Absolute con Bolland a los lápices, puede ser una muestra garantizada de que será un verdadero disfrute para el lector cualquiera de sus espectaculares páginas.

La historia de Camelot 3000 parte de una idea, a priori, sencilla, pero que logra excelentes resultados a medida que se va desarrollando. La Tierra está siendo atacada por unos alienígenas, los cuales parece que se harán con el completo dominio del planeta ante la poca efectividad que están mostrando en la defensa los gobiernos. Justo es en ese instante cuando, un joven londinense, huyendo de una muerte casi segura, se encuentra con el lugar en el que fue enterrado Arturo Pendragon, uno de los héroes más importantes de la historia. Al parecer, no estaba realmente muerto, sino que permanecía descansando hastas que se hizo necesario su regreso al mundo de los vivos en aras de defender a los inocentes de una amenaza contra la que nadie podía luchar. Por supuesto, acompañando al Rey Arturo vendrán también Merlín, su reina, Ginebra y algunos del os más famosos Caballeros de la Mesa Redonda. Barr pone sobre la mesa sus cartas en pocos capítulos, demostrando que es capaz de variar la historia lo suficiente como para que los ritos artúricos sigan estando vigentes a pesar de basar su obra en el año 3000.

Con poco que conozcamos de la historia que ha llegado hasta nuestros días de las hazañas del Rey Arturo, muchas de las leyendas nos sonarán, y la gran mayoría de las más conocidas están plasmadas, de una u otra forma en este Camelot 3000. Sin embargo, los cambios que intrudoce el escritor desde el principo ya dan un anticipo de lo que iremos encontrando más adelante, a medida que avancemos en la lectura de este adictivo cómic. Lo que más llamará la atención desde el principio es la identidad de cada uno de los Caballeros. Sin duda, es un acierto que Barr prefiera no recurrir a la misma historia de la resurrección de estos como ha hecho con Arturo, y así gana una perfecta excusa para la caracterización de los personajes secundarios que acompañarán al Rey Arturo y a Tom (el chico que "rescata" a Arturo). A mí me ha gustado mucho cómo Barr ha adaptado a personajes como Tristán o Galahad a su propia versión de las leyendas del Rey Arturo Pendragon.

Como ya he comentado, de pasada, más arriba, este tomo obliga a que se lea casi del tirón. La historia engancha completamente desde el principio, no aburre en absoluto (sobre todo si os ocurre como a mí, lector de novelas de fantasía que disfruta con cada uno de los intentos de los habituales guionistas de cómic de unir la ciencia ficción con la fantasía épica) y cada uno de los capítulos impulsa la historia un paso hacia delante cerrando pequeñas tramas y lanzando nuevos interrogantes logrando que el final nos deje con ganas de que se hubieran prolongado las aventuras de los Caballeros de la Mesa Redonda algunos números USA más. No le falta de nada a este cómic, con líos amorosos, acción a raudales, guiños a lo que se supone que ocurrió en la historia, sucesos inesperados, magia y traición.

En cuanto al dibujo, para mí es uno de los puntos fuertes y el principal reclamo a primera vista de un posible comprador. Todo el mundo sabe que Bolland es uno de los mejores artistas en el Noveno Arte que se puedan encontrar en las librerías especializadas en la actualidad, pero tiene algunas páginas para enmarcar. Es increíble cómo este hombre logra dotar sus dibujos de un cuidadoso detalle y que, en ningún momento, nos resulten cargantes a la vista. Ahora bien, el paso de los años (recordemos que estamos hablando de una maxiserie que se publicó en la década de los ochenta) se nota mucho en el acabado final. Si estáis acostumbrados al despliegue de técnicas de color y entintado de la actualidad, este universo de ciencia ficción os parecera hasta obsoleto. No es que haya envejecido demasiado mal, pero el paso del tiempo es difícil de obviar. Y, sin embargo, a pesar de todo esto, la edición en tamaño gigante que ha sacado Planeta en nuestro país no hace más que potenciar el arte de Bolland.

En definitiva, yo lo recomiendo encarecidamente pues no creo que ningún aficionado al cómic americano pueda sentirse defraudado con la lectura de este tomo. El precio y la edición (el formato Absolute resulta un tanto incómodo a la hora de leerlo, sobre todo si la sesión se alarga en el tiempo) echan para atrás, pero creo que merece que le den una oportunidad.

9/10

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