10 de abril de 2011

Los dorsales del Real Madrid (9 y 10)

Vamos con dos dorsales típicos de jugadores que están en la parte de arriba del terreno de juego. Empezamos por el número 9, el típico del killer, del delantero centro y goleador del equipo, pero que en el Real Madrid hubo una época en la que estuvo sin dueño fijo.

Iván Zamorano (1995-1996)

El delantero chileno jugó su última y cuarta temporada en el Real Madrid siendo poseedor en exclusiva del número 9, propio de la posición que él ocupaba en el terreno de juego. Fue titular en uan de las temporadas más decepcionantes del club blanco, y ello contribuyó a que fuera parte de los descartes del equipo de cara a la siguiente temporada donde la plantilla sufriría una profunda renovación.

Zamorano firmó un total de 16 goles en 36 partidos, una cifra bastante pobre para ser el delantero del Madrid. Fue otro de los delanteros que han quedado a la sombra de la figura de Raúl, quien lo superó como máximo anotador del club blanco en esa temporada. Acabó marchándose al Inter de Milán.

Davor Suker (1996-1999)

El croata fue uno de los fichajes que pidió Fabio Capello a su llegada al club blanco. Igual que Zamorano, procedía del Sevilla, y fue el delantero centro en el que se asentó el equipo a lo largo de la campaña 96/97 en la que el Madrid acabó ganando la Liga. Sin embargo, su titularidad se puso en entredicho en las otras dos temporadas que se mantuvo en el Madrid.

Davor Suker marcó un total de 38 goles a lo largo de sus tres años en el Madrid, aunque solo fue titular en el primero de ellos, ya que quedó relegado al banquillo ante la llegada de Fernando Morientes, el cual también heredaría su dorsal 9. Su destino tras dejar el Madrid fue el Arsenal inglés.

Fernando Morientes (1999-2003)

Morientes llegó al club en la temporada 97/98, aunque no se hizo con el dorsal número 9 hasta dos años después, cuando Davor Suker dejó el club. En ese momento, firmó su renovación con Lorenzo Sanz, asegurándose, por contrato, que el 9 del Madrid sería siempre suyo mientras él estuviera en la primera plantilla del equipo blanco.

En el verano de 2003, con Ronaldo en la plantilla y tras pasar por un importante bajón físico, Morientes quedó relegado a un segundo plano en el Madrid, con lo que acabó firmando su salida en condición de cedido al Mónaco, equipo con el cual también se acabaría cruzando con el Madrid en Champions League.

Ronaldo (2003-2007)

El primer año en el Madrid, Ronaldo vistió el número 11 en la espalda, aunque con la marcha de Morientes al Mónaco, el 9 quedó libre y fue el brasileño quien se hizo con dicho dorsal. En total, el Fenómeno aguantó tres años y medio portando el mítico número del delantero centro, coincidiendo en su estancia en el club blanco con los peores años de los Galácticos.

Ronaldo hizo 60 goles llevando el número 9 a la espalda, y se acabó yendo al Milán en el mercado de invierno de la temporada 06/07, poco después de que Ramón Calderón fuera envestido presidente del Madrid y el crack brasileño tuviese que compartir puesto en la plantilla con Van Nistelrooy y estar a las órdenes de Fabio Capello.

Roberto Soldado (2007-2008)

El canterano valenciano del Real Madrid regresó de su año de cesión al Osasuna para ocupar la plaza de suplente de Ruud Van Nistelrooy en el primer equipo. El número 9 quedó vigente en la plantilla del Real Madrid durante toda la segunda vuelta de la temporada 06/07, y Soldado no dudó en elegirlo como propio en la 07/08, la cual ha sido la única temporada en la que ha formado parte de la primera plantilla.

Soldado apenas jugó con el Madrid de Schuster, y su único partido en Liga como titular fue en Riazor contra el Deportivo de La Coruña, con lo que se acabó marchando traspasado al Getafe.

Javier Saviola (2008-2009)

En su segundo año en el club merengue, Saviola recogió el dorsal 9 que dejó libre Soldado tras marcharse al Getafe. En ningún momento Saviola gozó de oportunidades, ni con Schuster ni con Juande Ramos, y las pocas oportunidades que tuvo las dejó pasar.

El Conejo, exjugador del Barcelona fue uno de los peores fichajes del dúo conformado por Calderón y Mijatovic, aunque el Madrid pudo llegar a colocarlo en el Benfica portugués, donde aún milita.

Cristiano Ronaldo (2009-2010)

Tras la dimisión de Ramón Calderón, se celebraron elecciones en el Real Madrid, produciéndose el regreso de Florentino Pérez a la presidencia del Madrid. Junto a Florentino, también volvieron los fichajes "galácticos", y uno de ellos fue el del portugués Cristiano Ronaldo, quien eligió el dorsal número 9 para su primera temporada en el equipo blanco. De esta forma, pasó de ser CR7 en el Manchester United a CR9 en el Real Madrid.

Las cifras goleadoras de Cristiano Ronaldo en el Madrid en su primer año demuestran que es merecedor del Balón de oro que venía de haber ganado en el año 2008: 33 goles en 35 partidos, con un promedio de casi un gol por partido. No jugó más porque se lo impidieron las lesiones.

Karim Benzema (2010-?)

La marcha de Raúl dejó vacante el 7, que tomó Cristiano Ronaldo, con lo que el 9 del goleador pasó a ser para el gran protegido del presidente, el francés Karim Benzema, quien cumplía su segunda temporada en el Real Madrid.

Benzema comenzó la temporada como suplente de Gonzalo Higuaín, aunque la baja por la hernia del Pipa hizo que José Mourinho tuviera que echar mano de Benzema para suplir la baja en la delantera. A pesar de que no goza de largas rachas de sequía el rendimiento en el campo de Benzema dista mucho de lo que se espera de él como gran promesa del fútbol europeo.

Ahora pasemos al número 10. Curiosamente, este dorsal ha pertenecido a jugadores importantísimos en la historia del fútbol mundial, pero en el Madrid ha quedado, refiriéndonos en términos de importancia y peso en el juego del equipo y en el vestuario, relegado tras otros números como el 9, el 7 o el 4.

Michael Laudrup (1995-1996)

Otro de los futbolistas que cumplieron su último año en el Madrid teniendo su propio dorsal en propiedad. En este caso, el actual entrenador del Real Mallorca, no fue ni siquiera uno de los titulares en el Madrid de esa temporada, ya que solamente jugó 26 partidos como titular en Liga.

En ese verano, Laudrup, uno de los mayores genios extranjeros en la liga española, se acabó marchando a Japón para disfrutar de un semiretiro dorado con el Vissel Kobe. Atrás quedaron sus dos magníficas temporadas tras llegar al Bernabéu.

Clarence Seedorf (1996-2000)

Este es un caso parecido al de Ronaldo, pero años antes. Seedorf fue una de las estrellas que fichó Fabio Capello para su Real Madrid en la temporada 96/97, convirtiéndose, a pesar de su juventud -llegó con 20 años procedente del Ajax campeón de Europa-, en uno de los pilares del Madrid campeón de Liga de ese año.

Las tres y media del neerlandés en el Real Madrid las completó siendo el dueño del dorsal número 10 en el club, formando parte de la plantilla que ganó la Séptima y la Copa Intercontinental posterior. La razón que se dio a su baja en enero de 2000 fue el alto salario que cobraba el futbolista. Se marchó al Inter de Milán.

Luis Figo (2000-2005)

El extremo derecho portugués fue el fichaje estrella de Florentino Pérez a su llegada a la presidencia del Madrid, pagando los 60 millones de euros de cláusula que tenía en el Barcelona. Figo tomó el número 10 que permaneció sin dueño en la segunda parte de la temporada 99/00, y con él se mantuvo hasta que se marchó del Madrid en el verano de 2005.

En sus cinco campañas en el club, Figo jugó 164 partidos, y ganó dos Ligas y una Champions League, la Novena, con aquel gol de Zinedine Zidane. Sus últimos años en el club coinciden con el "declive galáctico", hasta el punto de ser pitado por el público del Bernabéu en más de una ocasión ante su dudoso estado de forma.

Robinho (2005-2008)

Ante un intento de Florentino Pérez de renovar la plantilla y la impetuosa necesidad del presidente de fichar una estrella cada verano, en el verano de 2005 el Real Madrid pagó 25 millones de euros al Santos brasileño para hacerse con el jugador más prometedor del campeonato brasileño en aquella época.

Robinho jugó en el Madrid durante tres años, y solo se vio al jugador que parecía que llegaría en su primer partido contra el Cádiz, después lo único que vimos fueron pequeños reflejos de lo que parecíaser un buen jugador pero completamente apático. Una de las grandes decepciones de la historia del Madrid, eso es lo que ha sido Robinho, quien acabó firmando por el Manchester City en el mercado estival de 2008.

Wesley Sneijder (2008-2009)

En su último año en el Real Madrid, el neerlandés Wesley Sneijder se adueñó del número 10 que dejó libre Robinho. Sin embargo, parecía que dicho número estaba gafado, pues también supuso una gran decepción para el Madrid las actuaciones de Sneijder en el Madrid, que no pudo hacer nada esa temporada ante el Barcelona que dominó la Liga.

Sneijder fue no de los jugadores que se marchó ante la llegada de Florentino Pérez al equipo, a pesar de que Manuel Pellegrini contaba con él en verano, pero fue sacrificado para lograr sacar algún beneficio económico que paliara la inversión en jugadores como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema o Kaka'.

Lass (2009-?)

Lass fichó por el Madrid en enero de 2009, y tomó el dorsal 6 de Mahamadou Diarra. Sin embargo, ante la recuperación del africano de su lesión, Lass debió coger otro número para vestir con la zamarra blanca, cogiendo el 10 que dejó libre Sneijder tras su marcha al Inter de Milán, entrenado en esa época por José Mourinho.

Resulta paradójico ver a un destructor de juego como es Lassana Diarra actuar con el 10, mucho más propio del media punta y estrella del equipo. Si no fuera por la extraña personalidad del francés, Lass gozaría de mayor beneplácito del Bernabéu.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que ser justos y aunque detesto a Robinho, tuvo sus buenos momentos, no sólo en Cádiz.

Contribuyó con su juego (irregular y filigranero, ok) a ganar dos ligas y eso siempre se ha de contar...

Miguel Negrillo dijo...

Pero debes conceder que el Robinho que salió en Cádiz no se volvió a ver.

Robinho me pareció un jugador totalmente prescindible en el Madrid, pero cuando lo vi en directo en aquella ida de octavos de Champions contra el Bayern Munich en la que salió en la segunda parte y ¡¡¡se chocó!!! con un defensa al intentar regatearlo, me borré totalmente de él.

Miedo me da Neymar. Mucho miedo.

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