Al igual que hice una alineación con los mejores jugadores que yo he visto con la camiseta del
Real Madrid, ahora le voy a dedicar un once ideal a esos jugadores que formarían un equipo de risión, más que de ensueño. Casi, casi, una parodia de lo que es el fútbol en sí. A veces, el mero hecho de pensar que estos tipos han jugado en el club blanco, me hace sospechar que podría haberlo hecho
Sánchez, que era un auténtico
Guti en el centro del patio del colegio con esos pases que daba.
Por suerte o por desgracia, me ha costado este once mucho más que el anterior, hasta tal punto que me he dejado más nombres fuera que en la otra ocasión. Muy curioso.
PorteríaCon la decadencia de
Bodo Illgner, y sin un sustituto claro para la portería del Real Madrid, a la espera de la llegada de
César Sánchez y sin prever la fulgurante entrada de un tal
Iker Casillas en el primer equipo, se fichó a
Albano Bizarri (1994-?), un guardameta argentino que llegó en el año
1999, aguantando año y medio en el club hasta que se marchó al
Real Valladolid. En el tiempo en el que defendió la meta blanca, podría haber grabado más
LP que los que suman los
Mojinos Escozíos en la actualidad, porque cantaba varias veces por partido. Actualmente está en el
Calcio jugando en la
Lazio.
DefensaEl lateral derecho es para un hombre de cristal, que subió del segundo equipo como el suplente de lujo de
Salgado y
Figo, porque podía ocupar toda la banda derecha, y al final,
Óscar Miñambres (1999-2007) acabó siendo un jugador de cristal que se pasó toda su carrera deportiva lesionado o viendo los partidos desde casa. A su salida del Madrid, previo paso por una cesión al
Español, probó suerte en el
Hércules, pero acabó tarifando con todos sus compañeros y abandonando el fútbol de forma definitiva.
Para la banda izquierda de la defensa estaba cantado que contaríamos con
Raúl Bravo (1996-?). El zurdo que nos querían vender como el "pavón" que sustituiría a
Roberto Carlos cuando éste faltase era una auténtica calamidad sobre el terreno de juego, mucho más si se encontraba con entrenadores como el infame
Luxemburgo, que lo ponía de lateral derecho, o con su mayor valedor,
Queiroz, quien lo ponía de central. El Madrid lo mandó a hacer un cursillo de inglés al Leeds, y llegó incluso a jugar una
Eurocopa de titular con la
Selección Española. Jugador torpe y temperamental a quien se le subió a la cabez demasiado rápido que estaba jugando en el Real Madrid. Ahora mismo está en el
Olympiacos, en
Grecia, aunque el año pasado jugó en el
Numancia, sin pena ni gloria.
El central que primero me ha venido a la cabez al hacer esta alineación ha sido el auténtico pupas del Real Madrid en los últimos veinte años:
Jonathan Woodgate (1998-?). El defensa inglés fue fichado por la escalofriante cifra de
20 millones de euros, pero se pasó todo su primer año en el club merengue en la enfermería (se conoce que le cayó bien
Alfonso del Corral, porque otra explicación). El día de su debut será recordado porque metió un golazo espectacular de cabeza en su propia portería. Buen defensa, eso sí, para hacer chistes sobre él y la capacidad de mter la pata. Actualmente milita en el
Tottenham.
Junto al inglés, no podemos obviar otra joya,
Iván Campo (1992-?), que llegó al Madrid que acababa de ser campeón de Europa
32 años después, con la vitola de ser un refuerzo español y parte de la revelación de la temporada, el
Mallorca. Se empeñaba en intentar regatear en su área hasta a su propia sombra, lo que le hacía perder el balón con una facilidad pasmosa. Se cuentan por decenas la de delanteros que se hicieron internacionales encarando al melenudo futbolista. Empezó con los ataques de ansiedad que tan habituales han venido siendo para muchos de los defensas del Madrid y acabó marchándose del club tras sendas pitadas por parte del
Bernabéu. Recaló en el
Bolton, donde jugó sin presión incluso de medio centro, y ahora está en la liga chipriota jugando en el
AEK Larnaca.Centro del campoEl medio centro del equipo sería
Flavio Conceiçao (1992-2006), un brasileño que destacó en el
Deportivo de La Coruña y que fichó
Florentino Pérez en su primer año en el Real Madrid para que reforzara el centro del campo, junto a
Claude Makélélé, ante la baja de
Fernando Redondo. Dicen que fue una petición de
Del Bosque para el equipo, pero parece que en el avión de camino a Madrid cambiaron al tío, porque el brasileño que jugaba junto a
Mauro Silva con esa facilidad no era el mismo que se aturullaba en cuanto tenía que tocar un balón en el Bernabéu. Costó la increíble cifra de
4.500 millones de pesetas. Otro acierto de
Lendoiro a la hora de negociar. Su último club fue el
Panathinaikos.
En la banda derecha, un jugador que aun en la actualidad podremos disfrutar de él y de sus hazañas,
Javier Balboa (2005-?), un canterano con doble nacionalidad (sus padres son de
Guinea Ecuatorial), y que se intentó pegar con
Pepe en un entrenamiento (Pepe se atreve con todos, qué tío, le da igual el apellido). Subió al primer equipo como un portento físico y un extremo derecho peligrosísimo y resultó formar parte de esa plaga de pechos fríos que hay sobre un terreno de juego. Eso sí, en el vestuario era un juerguista como los que van quedando pocos, y echó la solicitud en la noche madrileña a ver si le dejaban suplir a
Robinho (le vino grande el puesto ahí también). Se fue al
Benfica, donde también fracasó, y ahora está en el Cartagena.
Para la izquierda, un tipo que llegó a España como si fuera un crack.
Elvir Baljic (1994-2008) es bosnio, pero llegó al Madrid después de desarrollar su carrera en
Turquía. Otro media punta más que fichaba
Lorenzo Sanz gastándose más de
3.000 millones de pesetas para que apenas jugase unos pocos minutos y calentase mucho banquillo. Aquella época fue en la que
Antena 3 ejercía de portavoz de los fichajes de Lorenzo y nos puso el mismo vídeo de Baljic, con las únicas buenas jugadas de toda su carrera, pero en
España no demostró ni la mitad de lo que nos prometían en ese vídeo. Tal fue ese fracaso del bosnio que acabó jugando en el
Rayo Vallecano. En su estancia en España marcó solamente dos goles hasta el momento de volverse a la liga turca. Ahora, su intención es hacer carrera musical.
La moda de fichar jugadores de
Yugoslavia, o de los países que la compusieron, alcanzó el punto álgido con la llegada de
Perica Ognjenovic (1993-?) al Madrid. Apodado como el "
Átomo", Ognjenovic era el típico desconocido con nombre impronunciable que militaba en el equipo a pesar de tener un nivel de la parte media de la tabla de
Segunda División. Se dijo que era rapidísimo, eléctrico y que aportaría gol jugando de media punta o como extremo derecho, pero la posición que acabó ocupando fue la de estar por debajo de los canteranos
Meca y
Zárate en el escalafón. Aguantó dos años en el Madrid y, a raíz de su paso por la
Casa Blanca, se dedicó a batir el récord de jugador con más veces despedido por equipos de fútbol.
DelanteraImaginaos un presidente de un equipo de fútbol que recibe los consejos de un chavalillo anónimo y aficionado al equipo para que fiche a un colombiano del que ha visto goles muy chulos. Pues bien, lo mismo le pasó a Lorenzo Sanz con
Edwin Congo (1995-2010), que lo fichó para el Madrid procedente del
Once Caldas. El jugador prácticamente resultó inédito, y nos habríamos olvidado de él por completo si no llega a ser por lo divertido que fue ver a
Joseba Larrañaga en el canal del Real Madrid afirmando que el jugador ayudaría al Madrid a volver a ganar la
Copa de Europa. Aunque también lo recordamos los que hemos jugado a los manager de fútbol, que siempre teníamos ahí a Congo rondando. Ha acabado rebotando por un montón de equipos españoles a lo largo de su carrera, siendo el último el
Unión Deportiva Benisa, de la provincia de
Alicante.
Si teníamos a un colombiano recomendado por un muchachete que apuntaba a parabólico, también teníamos al pichichi de Segunda División, que militaba en aquella época (año
1997) en el
Mérida,
Manuel Canabal (1995-2005). No sé a quién se le ocurriría que el tallo que se hinchó a meter goles en Segunda División (ojo, Canabal fue el único fichaje del Madrid que acabaría ganando la
Séptima, junto a un
Morientes que llevaba meses cerrado) funcionaría en el vigente campeón de
Primera División, pero fue otro jugador que acabó resultando inédito. También jugó en el
Alavés, Málaga y Rayo Vallecano, equipos más de su nivel donde sí que llegó a marcar goles.