El encargado de sentarse a la derecha del mister no es otro que Bob, el Silencioso.
La principal función del segundo entrenador en un equipo de fútbol es... bueno... la de llevarse bien con los jugadores, ¿no? Digamos que es eso, participar en las porras y en las timbas de póker que se jueguen en las concentraciones, y sentarse en el banquillo junto al primer entrenador. Básicamente, un segundo entrenador no hace mucho más que eso. Aunque, todo sea dicho de paso, es verdad que nos llegaron rumores de segundos entrenadores que ven vídeos del contrario y hacen informes, pero eso aún está por confirmar.El caso es que el personaje elegido para ser el segundo entrenador del equipo es uno de los mejores personajes de la historia del cine, interpretado por Kevin Smith, cuya filmografía es de obligada visión al menos una vez en la vida para cualquier ser de toda raza, sexo, edad, cultura y condición que se precie. Bob, el Silencioso es el típico gordo con ropa anchota para no marcar michelines que se deja la barba y que habla poco para pasar desapercibido, pero detrás de esa fachada hay un tipo que alcanza la genialidad siempre que abre su boca. ¡Así es Bob, el Silencioso!
En su tiempo libre se dedica a trapichear con droga junto a su amigo Jay, por lo que el segundo entrenador de ese Equipo de Ensueño también cumplirá una función que bien podría desempeñar el doctor Eufemi4no Fu3ntes. Sí, ya sabéis, ése al que se le ve de vez en cuando pasear en las llegadas de las etapas de las grandes citas ciclistas. Bob, el Silencioso podría hacerse con ciertas sustancias que ayudarían a los jugadores a estar de mejor humor y salir al campo con una sonrisa de oreja a oreja. Ojo, no estamos hablando de dopaje, estamos hablando de una levísima ayuda moral. Sí, eso es, ¡aumentar su autoestima!
Por eso, y como todo capitán tiene un subcapitán, y todo presidente tiene su vicepresidente, nuestro entrenador tendrá un Bob, el Silencioso. ¡Bien!
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