Título en EEUU: JSA: Classified nº 28 & JSA: Classified nº 29 & JSA: Classified nº 30 & JSA: Classified nº 31
Formato: Comic Book 96 páginas
Precio: 8.95 €
Editorial: Planeta DeAgostini
Reseña:
Séptimo tomo de la segunda serie en el mercado dedicada al a Sociedad de la Justicia de América. Hasta ahora, más o menos, la colección había mantenido un nivel medio algo más que aceptable, aunque se notó rápidamente que, a partir del segundo tomo la calidad iría disminuyendo poco a poco (excepto en el sexto volumen, que a mí me gustó bastante). Bien, pues llegamos a este tomo en el que tenemos dos historias diferentes la una de la otra, protagonizadas por Jakeem Thunder y por Mr. Terrific en la cual se confirma, de una vez por todas la decadencia en la que ha entrado "JSA: Clasificado" hasta tal punto que cancelasen la edición americana a la altura del número 39 USA.
Empezamos el tomo con una historia autoconclusiva guionizada por Fabián Nicieza y protagonizada por uno de los miembros más jóvenes de la JSA, Jakeem Thunder, el poseedor del genio Thunderbolt, el cual se vale de la magia para hacer realidad cualquier deseo que le transmita Jakeem. Nicieza nos propone una historia muy habitual en el mundo del cómic cuando se trata de personajes relativamente novatos que disponen de poderes de alto nivel. Todo comienza con Jakeem acompañando a Green Lantern (Alan Scott) y a Stargirl al lugar de un derrumbamiento en el que verán cómo mucha gente ha perdido su casa, el chico querrá aprovechar sus poderes para compensar a todo el mundo y empieza a cumplir deseos a todo aquel que acude buscando su ayuda. Al final, una historia con moraleja al más puro estilo "todo poder conlleva una gran responsabilidad" pero en el Universo DC y con Alan Scott como el maestro y Jakeem como el discípulo.
El dibujante de estas primeras 22 páginas es Steve Vy, un auténtico desconocido para mí hasta que lo vi en estas páginas y del cual no tengo noticia de haber leído ningún trabajo anterior. La verdad es que no me ha gustado en absoluto su estilo. Si el guión ya deja mucho que desear, quedándose en una simple moralina y punto, el dibujo es una auténtica copia de un amerimanga en toda regla, pero con un color que le da un toque futurista y extraño completamente incómodo de leer. Chirría desde las primeras viñetas, cuando llegas al final, estás cansado de la copia del arte japonés.
De aquí pasamos a la historia más larga del tomo, la de Mr. Terrific, el cual se encuentra apoyando a un tal Einfeld para su reelección como Senador y, de pronto, se topa con una sala en la casa de éste que sólo puede ser descrita como un verdadero templo nazi. El Senador le tiende una trampa al miembor de la JSA matando a una de sus compañeras y cargándole el muerto, así que éste debe huir hasta la base de la Sociedad de la Justicia, y buscar ayuda allí para poder librarse de la falsa acusación así como investigar la verdadera lealtad de Einfeld. Hasta aquí no parece que vaya mal la cosa, pero Arvid Nelson -el guionista- se va enredando cada vez más y más hasta dar con una historia absurda de veras.
El padre de Einfeld (también Senador), estuvo relacionado con un nazi que colaboró activamente en la carrera espacial en favor de Estados Unidos después de la II Guerra Mundial. El nazi tenía un misterioso proyecto conocido como "Andvarinaut" que ha sido desarrollado hasta ahora por padre e hijo con fondos del Gobierno de Estados Unidos. Mr. Terrific empieza a investigarlo y Einfeld intenta, por todos los medios que no lo consiga, acabando todo, en un extraño despropósito con un viaje a la cara oculta de la Luna y luchas contra robots nazis en un auténtico batiburrillo de ideas que podrían haber fundionado hace treinta o cuarenta años, pero no ahora.
Además, el dibujante es Álex Sánchez, artista sin nombre dentro de la industria del cómic que parece un auténtico aficionado pues nos deja unas páginas horrorosas para el olvido. No sólo hay fallos en la narración con graves saltos temporales entre algunas viñetas, sino que también errores anatómicos, posturas imposibles, expresiones fantasmagóricas de algunos personajes, falta de detalle ante un trabajo aparentemente apresurado... Vamos, una sucesión de errores imperdonables que hacen de éste el peor tomo que ha salido a la venta en esta colección y una de las peores cosas que yo haya podido leer jamás.
En pocas palabras: alaejaos de él. No os importe tener un vacío en vuestra estantería sin este séptimo número porque no merece la pena gastarse el dinero en algo tan malo. No se puede recomendar por nada del mundo.
0/10
(Mierdaca)
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