Una de las cosas más sorprendentes de Perdidos no es la trama, ni que no se note que van improvisando desde la segunda temporada para que dure más la historia, sino que ¡salió Ben Linus cuando era chiquitillo!
Ahí con sus gafillas y esa cara, ya apuntaba maneras de ser más malo que el hambre, y se ve evidente un parecido razonable con el Harry Potter de las películas:
Por cierto, las películas de Harry Potter son bacalá, los libros están muy bien (y van de más a menos), pero huid de las películas porque si tenéis más de 13 años ya no son recomendables para vosotros.
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