El protagonista de Gracias por fumar es Dos Caras. Bueno, no es Dos Caras realmente, es el actor rubio que hace de Dos Caras en El Caballero Oscuro, pero yo estoy seguro de que todo el mundo lo llama Dos Caras gracias a su papel. Por ejemplo, vosotros imaginaos que llaman a Sánchez para hacer de 007, ¿lo llamaremos a partir de ahora James Bond? No, porque lo más lejos que se puede llegar es a ser Sánchez, que es una especie de Ser Superior, pues lo mismo le pasa ahora a Dos Caras, que por muy rubio que se quiera poner, siempre será un villano de Batman.
El caso es que Gracias por fumar va de que Dos Caras es un sinvergüenza que se dedica a ir por los medios de comunicación y codearse con la gente con poder adquisitivo de la alta sociedad, para convencerlos de que fumar tabaco es lo más mejor del mundo, y tienen que gastarse los cuartos para que las tabacaleras sigan ganando dinero a espuertas. Entre todo eso, se encuentra con la novia de Tom Cruise, que está trabajando (estará haciendo unas suplencias de alguien de la secta esa en la que están metidos ella y el novio) en el periódico, y con el tonteo habitual, se la acaba tirando. ¿A quién no le ha pasado que se encuentra con una novia de un actor de Hollywood y se la acaba pasando por la piedra? Pues eso.
A Dos Caras lo pintan como un tío muy aprovechado y muy listo, pero es un cansino y un demagogo que podría trabajar en los programas del cotilleo de Telecinco (solo le falta gritar). ¡Si hasta tiene un hijo repelente como Ana Obregón! En realidad, es algo así como cuando estaba Jorge Valdano en el Real Madrid, pero atreviéndose a ir a las radios y programas de televisión que lo llamaban, y no esperando al final de los partidos a meterle la pullita a Mourinho con Mónica Marchante en el Canal+.
Resulta que Dos Caras tiene dos amigos, que son como él, pero en vez de en el tabaco, en las armas de fuego y el alcohol, y con ellos se va de merienda-cena, se ponen hasta el ojete de beber güisqui del caro con pinchos raquíticos, y ni una buena Águila Amstel que se beben. Es lo que tiene ir a los bares estadounidenses (que no son bares, que son pubs, pero sin cuencos con chetos, altramuces o cacahuetes... aunque a mí lo que me gusta es que los llenen con una especie de mixto de frutos secos) en vez de ir a los de La Mancha, que aquí te ponen unas tapas de queso que están riquísimas.
Esta película yo la recomiendo para que la veáis después de comer, si algún día no os cae bien el que vaya ganando en Saber y Ganar, y os queréis echar a la siesta, porque es aburrida como ella sola. "Fumar está mal", pues bueno, si yo no fumo, me la trae floja y pendulona, si fumase, ver a Dos Caras ventilándose a la novia de Tom Cruise, tampoco me va a decir mucho, así que, toda la película se podría resumir en dos palabras: bacalá infame.
–
2 comentarios:
Si quieres pelis truños, le digo a mi señora que te pase la lista que tiene preparada para ver en las próximas vacaciones...
La última, una bacalá llamada "Entre lobos" que, más que una peli, parece un capítulo de "El hombre y la tiera".
No, no. No es que ahora me haya dado por ver películas aburridas. Es que la mayoría de las recomendaciones son uan bacalá infame. ¿Yo qué quieres que le haga? Si la gente no sabe disfrutar de las películas buenas.
Publicar un comentario