Las 20 películas que deberían ver Cabronos Extraños [IV]: El diablo sobre ruedas

Tengo que reconocer que cuando Sam Danko, el champion de los podcasts con Los Danko, me recomendó esta película, y dejándome llevar únicamente por el tíulo, se me hizo, como vulgarmente se dice, el culo Pesicola.

El título que le pusieron a esta película en España la verdad es que engaña, y mucho, al espectador. Tú oyes eso de El diablo sobre ruedas y lo que te imaginas es un tío al más puro estilo Motorista Fantasma, que es un titán del asfalto, y que va por ahí haciendo diabluras, saltándose radares de la DGT, parando en los bares con lucecicas a tomarse un litro de cerveza, pero no sacarse la chorra nada má que para mear en el arcén; y todo eso con Judas Priest o Iron Maiden de banda sonora. ¡Pero no! Me equivocaba al pensar que esta película (de Steven Spielberg, ojo, pero que no tiene ni un mísero extraterrestre) iba a tener un argumento tan chulo como el que he comentado.

La película, realmente, se titula Duel, que traducido es "Duelo", y este duelo es entre un camionero y un señor con bigote en un coche. La película se resume en: el señor con bigote viajando por las carreteras estas típicas de Estados Unidos que salen en todos lados, que se encuentra con un camión que contamina una barbaridad (¡¿pero dónde están los de Greenpeace cuando se les necesita?!), y al camionero se le cruzan los cables y le da por acabar con el pobre señor con bigote. Yo os lo tengo dicho, nunca os fieis de un hombre que lleva solo bigote, porque si se tapa el labio superior de la cara, ¿qué no ocultará tras las cortinas? Pero de ahí, a ir con un camionzaco a matarlo, eso ya es colarse.

El rato de ver esta película se resume en ver al señor con bigote en diversos planos mientras conduce el coche de la época de los setenta, con mucha preocupación con el camionzaco que se lo quiere cargar, ¡pero a veces no tenemos nada más que el ruido de la radio del coche o los pensamientos internos del señor con bigote! Un poquito de cancioncejas de vez en cuando no iba a pasar nada, y ya que estamos viendo una película en la que la mayor parte del tiempo se trata de una persecución entre un camión y un coche, podría haber estado sonando todo el rato alguna canción que motive a pisar el acelerador. ¿Os imagináis una remasterización de esta pelícla con la banda sonora guaypastillera de los Need for Speed? Pues eso, que sería un locurón.

Ahora bien, ¡la película no tiene final! ¡Nadie se pelea, ni nada! Todo se queda en que te han estado cansineando con el "duelo" entre los dos vehículos, eso se acaba, y no te explican por qué se están peleando los dos. Yo no voy a ser como esa panda de flipaos de Perdidos que ahora exigen una explicación para cualquier serie que ven, pero por lo menos, dime si el del camionzaco es Dabra, Hitler o El Rey del Pollo Frito. ¡Cuéntame algo, que menudo tostón de película pa' na'!

Como yo, si no me gustan las películas, me las acabo inventando, mi teoría es que el conductor del camión es Lemmy Kilmister, que estaba haciendo las pruebas para el videoclip que acaba grabando con los Airbourne. Lemmy se aburría en su casa, y se dedicó a tocarle un poco las narices al señor del bigote el cual, nada más empezar la película, deseas darle un puñetazo en la cara de tonto que tiene, el jodío.

Un rollo patatero.

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