Las 20 series de televisión que deberías ver si eres lector de Cabronos Extraños [IX]: Embrujadas

Ahora nos toca hablar de una serie de televisión que, si no habéis visto en Telahinco alguna vez es porque sois extraterrestres, o no teníais ese canal en la televisión, porque hubo una época en la que Embrujadas pasó de un lado a otro de la parrilla como si eso fuese jauja.


El caso es que la serie iba sobre tres hermanas (Prue, Piper y Phoebe) que, en realidad, son brujas. Cuando se juntan las tres son mucho más poderosas, y se dedican a luchar contra los demonios del Infierno usando los artilugios típicos de las brujas, cristales atados a cordeles, pociones que hacen en la cocinilla de su casa, demonios con los que se lían, ángeles con los que también se enrollan, hechizos de los de agitar las manos y que pasen cosas... lo típico vaya. La gracia estaba en que parece ser que las muchachas tenían algo de peso dentro de la Magia, y todo bicho malote se las quería cargar, pero siempre se ponían a decir lo mucho que se querían las tres y, al final, acababan ganando.

Brujas, toooooodas brujas.

En esta serie fue donde descubrimos los jóvenes de mi generación a Alyssa Milano, que era la hermana menor hasta que apareció Paige, una hermana bastarda que colaron los guionistas para sustituir a Prue, que se conoce que pidió un aumento, o le salió algo por ahí y dejó la serie. Bueno, eso no es a lo que iba, que lo importante es destacar que Alysa Milano, conocida en la serie como Phoebe (que se pronuncia /fíbi/, eso lo sabemos porque antes de Embrujadas vimos Friends y salía una que se llamaba igual), estaba para reventarla respetarla de buena. Eso sí, muy mal cuando se cortó el pelo, ¡eso sí que no! La melena, muchacha, con lo bien que te quedaban esos rizos en las primeras temporadas, qué ganas de estropear la fórmula. No nos vengas con milongas.

Otro descubrimiento de la serie fue que en la octava temporada se produjo lo que yo denomino como "el efecto Alias", que quiere decir que durante toda la serie hemos tenido unas cuantas tías buenas en la serie, y siempre hemos admitido que son tías buenas sin duda alguna, pero justo en la última temporada, cuando todo se está acabando, los productores van y contratan a una tía que está muchísimo más buena que las anteriores actrices que había. En Embrujadas pasó cuando llegó al a serie Billie, que no es otra que Kaley Cuoco, la tía buena de The Big Bang Theory (también conocida como "lo único que merece la pena de esa serie sobrevaloradísima").

Alyssa Milano, o la razón por la cual hay que ver esta serie siempre.

Billie era una especie de bruja novata (no como la de la peli de Disney) a la que se encargan de enseñar las tres hermanas Halliwell, pero que al final se acaba volviendo mala, luego buena, y así. Una muchacha en la que se puede influir fácilmente, por lo que vimos, que si le decía su hermana "hazte malota, que las hermanas son unas guarras", pues se cambiaba de bando y así constantemente.

La serie consistía en que las tres hermanas se pegaban con todos los malos mientras pululaban por ahí un montón de seres mágicos. Hicieron falta ocho temporadas para que casi cualquier mito mágico conocido por el gran público tuviera su reflejo en la serie de televisión, pero lo consiguieron. Aun así, a mí me gusta considerar Grindhouse como una continuación de Embrujadas, ya que ahí sale Paige, pero en vez de una pierna tiene un rifle. Era lo que le faltaba a la medio Luz Blanca, que le cambiasen una extremidad por un arma. Me parece lo más coherente y el paso que debería dar cualquier mago: si tengo penalización por llevar cualquier objeto de hierro al usar mi magia, pues me pongo una pistola en vez de un apéndice y me dedico a pegar tiros, que es mucho más chulo y tiene más salidas laborales, en la policía, en la Guardia Civil y demás.

Billie en la actualidad. No os engañéis, antes de hacer la serie de los frikis, también estaba para reventarla respetarla.

La decadencia de la serie vino cuando se empezaron a complicar la vida con viajes en el tiempo, realidades alternativas, cosas de Luces Blancas, malosos, la destrucción del Libro de las Sombras (que era un manual de instrucciones afectado por la misma tecnología que el bolsillo de Doraemon y que no se acababa nunca, y siempre tenía la respuesta correcta a la amenaza del episodio en cuestión) cada dos por tres, etcétera. Así que el único atractivo vino de las tías enseñando un poco de carne, pero poco más.

Sin embargo, es una serie que tenéis que ver sí o sí. Cabronos Extraños la vimos y, aunque Escofil reniegue de ella, él tenía un póster en su habitación de Piper. Y si no os fiáis, preguntadle a Sánchez, que fue el que se lo regaló.