Las 20 series de televisión que deberías ver si eres lector de Cabronos Extraños [III]: Ultraman

Una vez más, seguro que ya tenéis las manos en la cabeza. No sé cuántas semanas más podré conseguir que os asombréis con las elecciones de Las 20 series de televisión que deberías ver si eres lector de Cabronos Extraños, porque se han puesto de moda algunas series como Perdidos o Cómo conocí a vuestra madre que, sinceramente, tienen menos chicha que un capítulo de Ultrman.



Ultraman es una serie de chinorris japoneses de los sesenta que, en un sólo capítulo lo tenía todo: intriga, drama y una pelea que te quedabas con las patas vueltas de la emoción mientras lo veías en La 2 mientras comías en tu casa. Ultraman salvaba al mundo todas las semanas, destruía una ciudad entera mientras tanto y ahí seguía el japonesito, más contento que unas castañuelas. Lo mejor era cuando llegaba la hora de pelearse en el capítulo veintitantos y volvía a pillar desprevenido al protagonista y tú, en tu ingenuidad (y los adultos japoneses en los sesenta, que se lo tragaban todo los tontos) te removías nervioso a ver qué iba a pasar a continuación.

Porque la serie, más básica no podía ser. Resulta que aparecía un primo de Godzilla y empezaba a montar un Cristo en la ciudad que ríete tú de las huelgas de los estudiantes (que ahora están de capa caída, porque vaya mierda de manifestaciones, ahí a lo que se va es como a la cervezada de Industriales, a tirar la caña y tal). Entonces, el Capitán Mura, que así se llama el protagonista, agarra el medio de transporte que tenga más a mano (si es una nave espacial, allí que se va con su nave espacial del ejército japonés, a él le da igual, porque se sacó en la Mili todos los carnés de conducir habido y por haber y puede conducirlo todo... menos tanques de más de 17 toneladas porque tiene el culo carpeta), se presenta allí donde está el primo de Godzilla, se transforma en Ultraman y empieza el intercambio de golpes.

¡Vamos a vender monigotes una barbaridad!

Ultraman, como su propio nombre indica, es un ser que está por encima de cualquier otro hombre. Por eso, a él le da igual lanzar a sus enemigos contra los edificios y destrozarlos por completo si con ello le va a quitar sus buenos puntos de vida. Esto era como una pelea de wrestling, que Ultraman y el maloso se pegaban hasta en el carné de identidad hasta que el maloso estaba suficientemente blandito como para que Ultraman le pegara con el Ultrarrayo y se lo cargara. Ultraman, eficiente, lo que se dice eficiente, no era, pero bruto... no te quiero contar. Que se metía en el mar y le llegaba por las pantorrilas. No veáis la de gasolina que gastaba el Capitán Mura cuando se convertía en Ultraman, aunque bueno, en realidad gastaría gasóleo A, porque una cosa debéis saber: la serie no transcurría en 1960, sino en 1993. Así es, queridos hombrecillos extraños, ¡era futurista!

Está claro que los japoneses han hecho un montonaco de series de dibujos animados muy chulas, pero Ultraman siempre es la gran olvidada. El Capitán Mura ha salvado la Tierra en numerosas ocasiones de los primos de Godzilla, que debían ser de un barrio chungo, pero no se llevaban bien entre las familias, porque atacaban de uno en uno (a veces iban en pareja, pero era raro), con lo que Ultraman acababa con ellos en un capítulo. Ya lo dijo Chuck Norris: "Si la Tierra no se puede salvar en 1 capítulo, llamad al Bauer ése, que se tire una temporada dando vueltas con la pistola". Palabra de Diso.

El Ultraman moderno es poco creíble. Ahora tenemos otro tipo de monstruos como, por ejemplo, el Humo Negro.

Os recomiendo encarecidamente que veáis Ultraman. Habrá un antes y un después en vuestras vidas. Lástima que ya no la echen en La 2 los mediodías.