Resulta que Lars es un tipo de estos que le tiene pánico a cualquier contacto con el género femenino y su vida social se reduce a su mundo interior. Bien podría haber estudiado en la ESI de Ciudad Real (aunque él parece que tiene buen fondo), pero este vive en un pueblucho en el que parece ser que siempre hace un frío que pela. El caso es que el bueno de Lars, un día se levanta con el cable un poco más pelao, y se acaba comprando una novia. Bueno, no es que vaya a Asia, adopte una niña, la críe, la engorde, y luego se la tire, eso ya lo hizo Woody Allen. Lo que hace Lars es comprarse una muñeca hinchable muy detallada (con chochete, con sus teticas, y to eso), y empieza a tratarla como si fuera una persona de verdad.
Claro, cuando su hermano y vecino se entera del panorama está a punto de ahogarlo en el pozo, pero la médico de cabecera les dice que le sigan el juego (no lo explica como debe, pero yo creo que esto es como mi primo el tontico, que le ha dado por hacer fotos, y estoy seguro de que si le quitas la cámara, se convierte en un animal rabioso, te muerde y te conviertes en un tontico-fotógrafo como él cada vez que sale una procesión). Todo el pueblo se pone a hablarle a la muñeca hinchable de Lars como si ella fuera real también, y acaban tomándola como el juguetillo del populacho.
Como habréis podido adivinar, se trata de un pastelazo total y absoluto de película, un drama de esos que te ponen los de Antena 3 con cincuenta mil anuncios de por medio, y que sirven para que te eches a la siesta y veas cómo empieza mientras te amodorras, luego te levantes a las 18:00 de la tarde, lo veas acabar, y completes entre medias lo que ha pasado. Normalmente, esta parte inventada por ti mismo siempre es mejor que lo que ha pasado realmente en la película, y eso fue lo que seguramente les pasó a los que nominan a los Globos de Oro y a los Óscars, porque parece un poco extraño (¡extraño!) que un truñaco como este pueda ser considerado, ni de lejos como motivo de premio de ningún tipo más allá de uno llamado "el pastel de la semana", o algo así.
Lo mejor del partido: Emily Mortimer sale guapa en esta película. Esa mujer tiene la habilidad de salir guapa en el 50% de las películas, y tener una cara de abuelilla tontilla en la otra mitad. Lo peor del partido: es un rollo patatero que desaconsejo ver a cualquier persona, animal o cosa que quiera ver una película.
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