Pues bien, el Marciano me recomendó ver El hombre tranquilo diciendo que es una de sus películas favoritas. No sé si vosotros lo sabéis, pero yo tengo un detector de nebotismo en mi casa, y cada vez que echan algo en la tele, o lo reproduzco en el ordenador, me salta la alarma. Pues bien, fue
Pero me daría igual que fuera y fuese una película viejuna, si no tuviera lo que a partir de ahora conoceré como "el síndrome Casablanca", y es que, da igual cómo te pinten la película, cuál sea el trasfondo de esta, y da igual la fama que pueda tener, ¡al fin y al cabo es una pastelada como un piano de grande! Por lo menos, el protagonista es John Wayne (el primo de Batman, pero de pequeños uno quería jugar siempre al Monopoly y el otro a la pelota, y riñeron, así que no se llevan muy bien), es un auténtico hombre, no como el tontaco de Humphrey Bogarde, que mucho fumar y mucho fumar, pero no le da una hostieja a nadie ni aunque le digan que le van a subir el sueldo al final de la película. Este John Wayne es un hombre-hombre, y si le tiene que pegar una somanta al hermano de la chavala que le gusta, ¡se la da y a tomar por saco!
Así que, ya sabemos qué es El hombre tranquilo, otro pastel de película, pero en la que hay una escena de hostiejas, así que se hace un poco más amena. John Wayne se echa una novia pelirroja, con los peligros que ello conlleva. Si es una pelirroja teñida, tiene un pase, porque aún no es suficientemente peligrosa, pero si es auténtica... yo no me fiaría. Todo el mundo sabe que los pelirrojos son parte de una secta, y lo que quieren es comerse a vuestros niños para acabar convirtiéndose en Gordo Cabrón y poder hablar con la voz de Florentino Fernández. Esa es la única razón por la cual existan los pelirrojos en el mundo. De nada.
Pero, lo más divertido de El hombre tranquilo es que John Wayne es una especie de Hulk, porque antaño era el tío más duro de su barrio, y era un boxeador (el boxeo es un deporte claramente nebotista, amigos, aunque hay negrillistas por ahí metidos, como ese Floyd Mayweather). El caso es que a John Wayne se le fue la mano una vez, y dio un porrazo nivel Bud Spencer, así que dijo que no iba a volver a pelearse con nadie, pero cuando un cuñado te hincha las narices, John Wayne nos enseña que hay que recurrir a medidas drásticas.
En fin, que El hombre tranquilo es una de esas películas que se engloban dentro de la lista de "las más sobrevaloradas de la historia", porque es un aburrimiento supino, así que pasad de ella, porque son 2 horas de siesta asegurada.
1 comentario:
Me sangran los ojos al ver la pseudo-crítica que haces de una pelis más bonita que tiene el cine clásico.
Es una adaptación de un libro de leyendas irlandesas, algo que deberías haberte preocupado por buscar y a su vez, es el sentido homenaje de irlandés expatriado en época de sus padres. Es un canto a la vida y al amor y realmente me da pena que no hayas sido capaz de ver más allá de la homérica pelea... De verdad que me da pena
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