Reseña: Jonah Hex #4

Título en España: Géneros DC Jonah Hex #4: La Guerra del Revólver
Título en USA: Jonah Hex: Origins USA
Formato: Tomo, tapas rústicas, color, formato Géneros DC, 144 páginas.
Precio: 12.95 €
Editorial: Planeta D^eAgostini

Reseña:

Al fin llega el momento en el que podemos disfrutar de un tomo autoconclusivo en esta colección dedicada a Jonah Hex. Bajo el título La Guerra del Revólver, el dúo de guionistas a cargo de la serie, Justin Gray y Jimmy Palmiotti, reúnen al protagonista con algunos de sus conocidos más allegados, y lo embarcan en una aventura en contra de su archienemigo Quentin Turnbull.

Todo comienza con Jonah Hex acudiendo a un encargo que parece que le servirá para dar rienda suelta a realizar lo que mejor se le da, que es matar foragidos y ganarse un buen sueldo por ello, pero la cosa se complica rápidamente. El cazarrecompensas ha sido traicionado por los que lo contrataron en primera instancia, y dos de sus enemigos, Quentin Turnbull (quien cree que fue Jonah Hex el asesino de su hijo durante la Guerra Civil) y El Papagayo (un mexicano con el que ya se ha visto las caras más de una vez el protagonista del cómic). Por supuesto, y si no ocurriese de este modo, no habría historia, Hex acaba en una de las peores situaciones posibles. Pero cuando consigue salir del atolladero, será una fuerza implacable en busca de venganza.

La verdad es que me ha gustado mucho el desarrollo de esta historia. Echaba de menos en esta serie leer alguna aventura de Jonah Hex que no se pudiera considerar un pequeño relato entre varios que formaban un tomo, y Gray y Palmiotti logran demostrar que el personaje da mucho juego si se sabe enfocarlo del modo adecuado. Claro, echan mano del manido recurso de reencontrarlo con algunos de sus amigos, los cuales forman un pequeño equipo cuyos miembros no podrían ser más distintos unos de otros. De esta forma, a Hex se le unirán su antiguo amor, Tallulah Black; otro vaquero bastante famoso como Bat Lash; y Lazarus Lane, el alter ego del espíritu vengador El Diablo.

La historia no es más que las andanzas del cuarteto siguiendo la pista de sus enemigos y combatiendo a cualquiera que se interponga en su camino. Y habrá de todo, pero no pararemos de ver acción a raudales, sangrienta, muy al estilo de la colección, y cruda, muy cruda. Me gusta que que a los guionistas no les tiemble la mano al reflejar la facilidad con la que los pistoleros pueden caer en el Oeste, y gracias a ello, nunca sabemos quién puede salir de un tiroteo.

Por otro lado, el hecho de que sea un tomo autoconclusivo no solo mejora la lectura en cuanto a que es una historia mucho más completa y en la que pasan muchas más cosas de las que solemos leer los que seguimos esta colección desde su inicio, sino también que no hay nada más que un dibujante en las páginas interiores, Cristiano Cucina. De este dibujante no he visto nada previamente, aunque parece que ha hecho algunos trabajos para la Línea Vertigo. Pero me ha parecido una magnífica elección, ya que tiene un estilo de dibujo muy cercano al aspecto de western clásico cinematográfico que se busca en esta serie, y una narración muy cómoda para una serie que salta de escenas cada dos por tres con cambios muy bruscos debido a las traiciones y giros del guion que incluyen los escritores.

Lo peor de todo, aparte de la edición de Planeta, que no me gusta absolutamente nada, el final. Todo el dramatismo que se aporta no vale de nada, porque justo en el momento en el que parece que tendrá un final redondo, hay un suceso al más puro estilo deux ex machina, y te quedas con cara de tonto leyendo la última página y con la incómoda sensación de que todo lo que ha sucedido no vale absolutamente de nada. Achacadlo a que se trata de un arco argumental de una serie regular, pero cerrar este tipo de historias es lo que se espera cuando logran ir tan lejos.

En definitiva, es el mejor tomo de la colección (al menos, de lo que hemos podido ver en España). En Estados Unidos este tomo se trata del octavo de las recopilaciones, mientras que en nuestro país no es más que el cuarto, una gran pega. Pero bueno, muy entretenido, ya digo.

7/10

(Chanante)

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