Reseña: Kick-Ass

Título en España: Kick-Ass
Título en EEUU: Kick-Ass nº1-8
Formato: Tomo tapas cartoné, 224 páginas, color, colección Marvel Deluxe.
Precio: 19.95 €
Editorial: Panini

Reseña:

El último superventas de Mark Millar. Un proyecto personal de uno de los guionistas más mordaces del mainstream americano que nos presenta una idea que, aunque ya había sido utilizada por otros autores en anteriores ocasiones, nunca se había explotado hasta tal punto de basar una historia tan cruda y violenta como esta.

Kick-Ass es un proyecto de autores, fuera de cualquier universo superheroico que se nos ocurra. Ocurre en el mundo real, en las calles de Nueva York, y está protagonizado por un chaval llamado Dave Lizewski, un estudiante de instituto completamente aficionado a los cómics de superhéroes. Pero realmente, Millar no nos lo presenta como el más amargado de su escuela, ni como un ser antisocial sin un amigo, sino más bien como un chaval mediocre pero, eso sí, obsesionado con los cómics y con los héroes que llenan sus viñetas. Dave es un adolescente como otro cualquiera, enamorado por la chica guapa de su clase, encandilado por los escotes de su madura profesora y afectado por su situación familiar. Su madre murió hace unos años y vive con su padre viudo, el cual se niega a volver a comenzar su vida. Un chico sin mucho interés para protagonizar un cómic que hubo de salir al mercado a marchas forzadas después de que el estreno de la adaptación al cine adelantara a la publicación del último capítulo del tebeo.

La completa obsesión de Dave por los superhéroes lo hace tratar de convertirse en uno de ellos, con lo que se compra un disfraz en eBay y se dedica a pasearse por las calles de noche buscando un crimen que evitar. Por supuesto, la cosa no le sale nada bien, y Dave acaba hospitalizado después de una soberana paliza de unos pandilleros y de ser atropellado por un coche que se acabaría dando a la fuga. Dave, además de ser un friqui de los cómics, también era un tipo con mala suerte, pero esa desgracia no melló su empeño de ser un superhéroe, así que, motivado por el subidón de adrenalina y confianza en sí mismo (que nunca había tenido), decidió seguir patrullando las calles incluso después de haber sido intervenido quirúrjicamente varias veces para poder recuperarse después de su primera patrulla. Pronto, un vídeo de Dave llega a Youtube y se conviete en un ídolo de masas, un personaje en la red y en los medios de comunicación, Dave se gana el sobrenombre de Kick-Ass.

La nueva y reforzada personalidad de Dave le hará envalentonarse y acercarse, viviendo otra mentira más, a la chica de sus sueños, que se sienta detrás él, además de alejarse poco a poco de sus amigos del instituto para centrarse en su "vida de superhéroe". Por supuesto, se trata de un cómic de Mark Millar, así que no esperéis un realismo puro y duro, sino más bien vueltas de tuerca de lo más surrealistas, hasta tal punto que Kick-Ass descubre que no está solo y que no es el único superhéroe de la ciudad, sino que hay más de ellos, llegando incluso a plantearse el trabajar junto con ellos. Ahora bien, dentro de toda esta fantasía en la que vive Dave, se cruzará la Mafia, quienes han sufrido las consecuencias de las acciones de los nuevos héroes disfrazados, y quienes harán que estos paguen las consecuencias.

El dibujante que acompaña a Millar en este proyecto es John Romita Jr., con lo que volvemos a ver reunido el dúo artístico que se ganó las mejores críticas posibles con Lobezno: Enemigo del Estado. La edición que nos trae Panini, tomo con tapas duras, un papel de alta calidad y un tamaño superior al del comic-book estándar, con lo que los fantásticos dibujos de Romita Jr. lucen a la perfección. Sin lugar a dudas, el contar con un dibujantes y narrador como este, hace que la historia sea mucho mejor de lo que podría ser con otro dibujante más realista. Además, la abundancia de escenas violentas o, directamente sangrientas, e incluso gore, no recrudecen el tebeo con unos lápices como los de John Romira Jr., quien tiene un estilo muy cartoon, perfecto para este tipo de viñetas.

Para acabar, a mí me ha parecido un buen cómic. En cierto modo, está muy cargado de ironía y humor negro, y cada personaje, incluso alguno más secundario, acaba retratado después de los sucesos como lo que es. No es que estemos ante un tomo que suponga un punto de inflexión en los cómics americanos, pero sí que es cierto que es una lectura divertida, diferente y muy entretenida, que nos engancha hasta leerla del tirón.

8.5/10

(A medio camino entre Espectacular y Cojonudo)

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