Cabronos Extraños: Reseña: Flash #2

30 de octubre de 2010

Reseña: Flash #2

Título en España: Flash #2: Dinero rápido
Título en USA: The Flash nº238-243
Formato: Tomo, tapa rústica, color, 144 páginas.
Precio: 12.95 €
Editorial: Planeta D^eAgostini

Reseña:

Segundo número del nuevo volumen en tomos de la serie de Flash en nuestro país. En el anterior tomo leímos cómo Wally West asistía al prematuro crecimiento de sus dos hijos gemelos, los cuales incluso llegaron a convertirse en sidekicks del propio Flash actuando a su lado. En cosa de tres meses de vida, ya tenemos a Iris y Jai luchando contra el mal. Sí, esta serie ya no es lo que era, ni mucho menos.

El primer detalle que salta a la vista en el cómic es que ya no está Mark Waid como guionista principal. El escritor que prácticamente lo fuera todo para el Velocista Escarlata (con perdón de la etapa de Geoff Johns, la cual también fue una de las mejores de la historia del personaje) no tuvo muy buen resultado en la serie, y ahora tenemos con nosotros a Tom Peyer, un escritor de segunda fila, a pesar de contar en su currículum con numerosos trabajos tanto para Marvel, como para DC, como para un puñado más de sellos comiqueros americanos. Peyer se dedica a seguir la misma línea que marcó Waid, esta vez sacándose un nuevo villano de la manga, pero usando unos cuantos argumentos muy manidos en el cómic de superhéroes.

La situación actual de Wall y Linda es la siguiente: con los gemelos y sin que él pueda llevar unos ingresos fijos a casa, no pueden continuar con su tren de vida. Flash necesita ganar dinero, y en mitad de todo esto, aparece Vuelco, un supervillano cuyos poderes consisten en hacer realidad los mayores temores de la gente, siempre y cuando estos hayan sido infundados por los medios de comunicación. Un terremoto en otra parte del país hace que cunda la histeria en Central City, pero Flash comete el error de desvelar el secreto de sus problemas económicos, y se encuentra al todos los ciudadanos en su contra.

La idea es muy buena, he de reconocerlo. Vuelco es un personaje que hubiera podido dar mucho juego en toda la historia, incluso cuando un viejo villano aparece para complicar aún más la situación. Sin embargo, falla en la forma de llevarse a cabo. Flash no suele ser un personaje fácil de guionizar, ya que es un hombre capaz de moverse a la velocidad de la luz, pero Peyer hace que Wally vaya de un lado para otro para volver constantemente al lugar de inicio sin más razones que la de alargar una historia que estaba acabada al final del tercer capítulo (y son seis números USA, ojo). Cuando Peyer se pone a repetir por enésima vez que si el Museo de Flash está en peligro, que si la Liga de la Justicia duda sobre si tomar parte en los problemas de uno de sus miembros... se equivoca totalmente. Y la gran novedad de esta etapa son los hijos de Flash, el gran error, en mi opinión, de la editorial.

Iris y Jai no son más que personajes de comparsa que saltan al primer plano cuando el tema de Vuelco está agotado, y Peyer necesita algún gancho más que justifique alargar el arco argumental más de la cuenta, incluso aunque ello suponga echar mano de uno de los pesos pesados del mundo de los villanos del Universo DC. Sí, es una nueva crisis para la familia West (que se suma a la de los problemas de dinero, claro), pero se soluciona de una forma tan fácil y estúpida que chirría.

Quien sí ha seguido en la serie es Freddie Williams II, un buen dibujante que le da el aspecto colorista y juvenil que en la editorial se pretende que tenga este cómic, pues no está enfocado para los seguidores de la carrera del personaje en los últimos tiempos. Es un buen narrador, pero este aspecto tna influenciado por su anterior paso por Robin no me acaba de convencer en absoluto para un cómic de este estilo.

En definitiva, esta colección sigue siendo uno de los peores cómics de Planeta en el mercado y de los peores también en mis estanterías. Muy mala etapa es ésta para Flash. Y, tras esto, aún quea un tomo más para Flash: Renacimiento.

3/10