Leyendo el número
38 del actual volumen en grapa de
La Patrulla-X, nos encontramos con la llegada de una tía rara que se encuentra con tres hippies viejunos.
Por supesto, y como haría cualquier persona, se dedican a discutir, pero es que hay unos hippies por ahí que tienen la manía de usar la supervelocidad para interrogar a los extraños
(¡extraños!).

Claro, luego te dejan con la palabra en la boca cuando les diriges la palabra.
Se le ve el plumero.
¡Bacalá!

Y esto me lo ha mandado un visitante ocasional del blog "que trabaja a pie de calle", según el mismo nos comenta.
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A ver qué va a pasar con el pisto...