27 de septiembre de 2009

Las 20 series de dibujos animados que deberías ver si eres lector de Cabronos Extraños [XVII]: El Coyote y el Correcaminos

Esta es una serie de dibujos animados concisa. Como deberían ser todas las series de televisión, rápidas y claras. Es que, uno se pone a ver Perdidos y son incapaces de contarte una historia medianamente coherente en casi 100 capítulos. ¡Pues en esta serie siempre da tiempo para la presentación, el nudo y el desenlace... en cada episodio!


¡Cómo me molan a mí los VHSRip!


La serie está hecha para gente que tenga problemas de atención. En primer lugar, tenemos al Correcaminos, que viene siendo una especie de avestruz con cresta, pero que, al contrario que las avestruces, le cae bien a casi todo el mundo (a casi todos, menos a mí, que yo siempre iba con el otro). El caso es que el Correcaminos se dedica a lo que su propio nombre indica, a ir por ahí a toda velocidad (no se lo digáis a nadie, pero el Correcaminos tiene un detector de radares y todavía no lo han pillado, así que conserva sus 15 puntos en el permiso de conducir), mientras hace un soniquete repetitivo que nadie entiende. El ruido que hace el pajarraco huidizo éste viene siendo algo así como una bocina de un coche, que no sé si será para que se quiten los que van por delante de él (en plan claxon), aunque lo dudo, o para llamar la atención, algo que me parece mucho más coherente. De hecho, el "bip-bip" o "mec-mec" o sea cual sea su onomatopeya, estoy seguro de que es una señal de que el Correcaminos está en celo y no es capaz de desfogar de ninguna de las maneras, ¿o habéis visto alguna vez alguna chica-Correcaminos con el protagonista? Pues eso.

La némesis del Correcaminos es el Coyote, que mola mucho más que el pajarraco. La misión principal del Coyote es cazar al Correcaminos, aunque no le salga bien ninguna de las veces que lo intenta. El Coyote es un adicto a comprar en La Tienda en Casa y se ve todos los programas de Teletienda que hay en la TDT y en las televisiones locales a las tantas de la madrugada. Incluso hemos llegado a saber que el Coyote es el que manda todos los mensajes de "chicas solas buscan jovencitos atrevidos y de buen ver", ahora bien, no nos preguntéis cómo hemos sabido eso. En la serie, borraron las marcas del Abdominator y demás cosas que se compraba el Coyote para dar caza al Correcaminos para ponerles a todas la misma: ACME. Como no podía ser de otra manera, todo lo que se compraba el Coyote, no valía absolutamente para nada. No es que estuviera y estuviese defectuoso, es que no servía para nada. Igual que lo que se compra la gente en la Teletienda. Igualico.

El caso es que el esquema de cada capítulo era de lo más sencillo, como ya he comentado más arriba. Primero, aparecían el Birdibus Zippibus, o Speedipus-Rex, o Disappearialis Quickius, o como más os guste denominar al Correcaminos en su nombre científico, y el Carnivorous Vulgaris, o Eatius Birdius, o Apetitus Gigantius, vamos, el Coyote. Luego, el Correcaminos era caz de escapar fácilmente dle Coyote, y éste decidía inventarse un plan muy complicado que implicaba un tremendo peligro físico para el cazador (y no para la presa, incongruentemente), que siempre fracasaba, ya fuera por la habilidad de escapista del Correcaminos, por la ineptitud del Coyote, o por lo malos que eran los caprichos que se compraba este segundo. Vamos, una cosa rápida sin flashbacks, sin idas de olla y sin teorías pululando por Internet (bueno, vale, en la época no existía esto de Internet, pero imaginaos que sí, o que las especulaciones eran en las revistas especializadas, en la parte del correo del lector, quienquiera que recuerde qué era aquello).

El Coyote pasaba más hambre que el perro de un ciego, pero no cejaba nunca en su empeño de cazar al Correcaminos. Tanto es así que nunca cayó en la cuenta de que podría ser capaz de comprarse un montón de comida con la pasta que se gastaba el bicho en la Teletienda. ¿Se os ha ocurrido que puede que le molasen los modelos que anunciaban los Aplastaneitor o las mierdas esas que se compraba? Igual era eso, y veía las piernas tan largas del Correcaminos y se ponía como una moto. Vamos, que así como lo estoy pintando, esa serie no la hacen ahora los yankis, más bien la harían los japos y la exportarían, pero la tendrían que echar en los canales de pago en España porque cualquiera se enfrenta a las mamás-locas-antiviolencia-en-los-dibujos-animados. Una bacalá, vamos.

Y otra cosa, el Coyote no hablaba, pero sabía escribir. Incluso sabía leer y escribir. El Correcaminos estaba más espabilado y más vivo, pero no sabía hablar tampoco, pero nunca lo vimos escribir nada. Sin embargo, el Coyote iba cargado por ahí con un montón de carteles en los que llevaba escritas hasta las quejas por los golpes que recibía el pobre bicho, tales como: "Ouch!".

Una serie que todo el mundo debería ver... y aprender del Coyote, leche, que mirad lo mal que lo pasa él y no se queja, no como otros. Otros a los que se les ve el plumero. ¡Bacalá!

3 comentarios:

Alec White dijo...

Antes de que "merse" adelante -Yogur-




http://diarioyogur.blogspot.com/2009/09/para-que-queria-el-coyote-atrapar-al.html


!LOL! ^^

Miguel Negrillo dijo...

Aaaaaaah, pero ya lo conocía, que yo soy fiel seguidor del blog de Yogur también, Alec ;)

¡Un saludo!

Miguel Negrillo dijo...

¡Esta tarde hay reunión en la Redacción Extraña! Hablaremos el tema, no os preocupéis.

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