Hay cosas de las que es obligatorio sentirse orgulloso, y si eres madridista, tener un jugador como Raúl en tu equipo es una de ellas.
Ayer estuve presenciando en en el Santiago Bernabéu la ida de los octavos de final de la Champions League entre el Real Madrid y el Bayern Munich. A todas luces parecía un partidazo, dos equipos grandes de Europa que habían sido eliminados de sus respectivas Copas nacionales y que lo tienen imposible en sus Ligas. La competición continental es el único clavo ardiendo al que se pueden agarrar los blancos y los teutones. La igualdad entre ambos conjuntos hacía presagiar que la lucha era por ver quién era menos malo y no quién era el mejor...
Pero entre los dos equipos había una gran diferencia, mientras en en Bayern Munich el jugador bandera estaba en la portería, con una forma física lamentable, y con un historial de fallos y cantadas que haría enrojecer hasta a Busquets, el Capitán del Real Madrid era ese día el mejor jugador de España. Delantero, zurdo, rápido, habilidos, listo, oportuno, rematador, líder... todos los adjetivos que se le pueden dar a Raúl, "el que nunca hace nada" volvió, porque todos los grandes vuelven, porque los grandes jugadores nunca pasan de moda y porque hace falta más que las críticas de unos pocos aficionados para acabar con la fuerza de este hombre.
Una de las escenas más bellas de mi vida ha sido ver el Bernabéu lleno con el público deseoso de volver a ver al Madrid ganar en una noche mágica como las que se recuerdan de hace cinco años en Champions, pero mucho más bella fue ver cómo Raúl en un alarde de casta regateaba y ridiculizaba al señor Kahn, lo despachaba en el área pequeña como el gran jugador que siempre ha sido y marcaba el primer gol del partido. El estadio saltó de euforia por ese gol. Había vuelto.
Y tras un fallo garrafal de la defensa blanca, el Capitán volvió a surgir empujando un balón rematado por Iván Helguera. Raúl estuvo donde siempre debe estar, cerca del gol, en ese córner y no dudo en lanzarse a empujar el balón al fondo de la red para asegurar la ventaja para su equipo, su club y su afición. 56 goles que se dicen pronto pero aún ninguno de estos delanteros con balones y botas de oro ha sido capaz de dar caza a nuestro gran Héroe.
El resto es historia, el partido se cerró con dos goles más, uno para cada bando, y con un resultado malísimo para ser un partido de ida. Siempre nos quedará Raúl.
5 comentarios:
¿El mejor jugador de España?; anda, ¿y que hacía ahí David Silva (o Villa, te dejo elegir)si al día siguinte tenían que jugar en milán (y demostrar que son los mejores jugadores españoles)? ;P
http://jjarnau1.blogspot.com/
Jaja... eh!
Silva no es el mejor jugador español ni de lejos, puede que sea el jugador español más en forma, pero de ahí a que sea el mejor... quiezá dentro de un año o dos, cuando de verdad haya cogido experiencia en un grande.
Villa sí que es bueno, un gran delantero, aunque es cierto que un equipo como el Valencia le viene que ni pintado.
Raul es un gran jugador y quien no lo quiera ver es su problema, mirar sus estadístidas y palmares, son alucinantes, máximo goleador de la hsitoria de la Champions y el solo, tiene mas copas de Europa que el Barcelona en toda su historia.
buah... eso no es nada... conozco a tios que con los ojos cerrados y a oscuras han metido más goles que él...
Los de la Play no valen.
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